jueves, 18 de septiembre de 2008

Diario de la India (3)


3.

Lo interesante del mecanismo autobiográfico es que, justamente, permite verse a uno mismo como otro: el que escribe narra la vida del que la vivió. Y en la autobiografía contemporánea, la identidad del autor ya no es un punto de partida, sino que en todo caso la autobiografía se convierte en una experiencia que permite dibujar una identidad, uniendo los puntos. La identidad como algo contingente, necesariamente incompleto, que muta en forma permanente, en función de la experiencia, que la confronta con distintas posibilidades.

La identidad como algo que sólo se puede contar de forma fragmentada. El relato autobiográfico que elabora Fotografías refleja la construcción de una identidad, que se apoya, alternativamente, primero en el recuerdo, después en referencias de la cultura y, finalmente, en el encuentro con la India, que resignifica todo lo anterior. Por eso mismo se podría decir que, finalmente, Fotografías habla menos de una realidad registrada en la India que de su propio proceso de construcción. En el contexto de la película, los hechos y encuentros registrados en la India tienen que servir para contar lo que me pasó (a mí, documentalista documentado) en esa experiencia de construcción de una identidad. Ese es el cuento, no otro.

¿Y a quién le importa esa identidad o lo que me pase o me deje de pasar a mí? Respuesta: Unicamente, al espectador. Hay como un reproche que a veces se nos hace a los autores de documentales personales o autobiográficos, como si fuéramos egoistas o enfermos de narcisimo agudo. (Seguramente hay narcisimo. ¿Cómo no va a haber? Pero nadie habla de falta de autoestima o de negación de la intimidad cuando se hace un documental de los llamados “objetivos” o “sociales”). En realidad yo creo que es casi al revés. Poner en juego materia prima autobiográfica, exponer intimidades de la propia experiencia, abrir las puertas de la familia, todo eso, en última instancia, es una especie de ofrenda pública, casi un sacrificio ritual. Todo documental autobiográfico (¿toda obra autobiográfica?) es un curioso acto de responsabilidad. Me hago responsable de esta historia. Respondo con mi vida. Respondo por mis ideas sobre el cine y el arte (y la vida) con mi propia vida. Pongo el cuerpo, sin mediaciones. También, por supuesto, confieso mis limitaciones.

Y en este caso lo puedo atestiguar también como espectador, que he recogido la generosidad de tantos proyectos autobiográficos, tanto que me empujaron a encarar mi propio proyecto. Proust dice que el escritor que cuenta su vida ofrece al lector una especie de instrumento óptico que le permite ver aquello de su propia vida que, sin el libro, él no podría ver por sí mismo. El hecho de que el lector reconozca en sí mismo lo que dice el libro es la prueba de la verdad de éste. Es decir, Proust escribió una obra abiertamente autobiográfica, aunque se trate de una novela. Pero, ¿hace falta decir que no la escribió porque quería contar su vida, sino que contó su vida para iluminar en los lectores la vida de ellos?

foto: Andrés Di Tella y Kino González durante el rodaje de Fotografías.

6 comentarios:

Alejandra Almirón dijo...

"Kino: es por la otra ventana" (Rocco)

Fotografías dijo...

Eso que Rocco le dice en la película a Kino, el camarógrafo, en realidad me lo podria estar diciendo a mí. de hecho, creo que fue en buen medida gracias a Rocco que yo pude ver la India con otros ojos, los suyos, despojados de tantas cosas con las que yo cargaba...

Alejandra Almirón dijo...

Es cierto y es probable que él no confunda al Dios Elefante con un elefante, no?

Fotografías dijo...

A ver... y cuál es la diferencia entre el Dios Elefante y UN elefante?

Alejandra Almirón dijo...

me pasás el teléfono de tu papá así le pregunto?

Fotografías dijo...

Ja ja No estoy seguro que él sepa realmente la diferencia...