Alguien, una vez me contó parte de la vida de David Kohon. Después su fracaso con El agujero en la pared, decidió nunca más filmar y que nadie le vuelva a mencionar siquiera la palabra cine. Hasta que le hicieron un homenaje y el tipo enloqueció o algo así. No sé si es cierta la historia pero a mí me encantó y empecé a ver sus peliculas. Leyendo lo de Caldini, no sé por qué, me remitió a este corto (falta la parte 2). Es raro porque vi las pelis de Kohon como si él fuera un familiar o un viejo amigo, ja ja como si yo hubiera trabajado en ellas. Debo estar enloqueciendo capaz.
No sabía nada de esta historia. Qué gracioso (y al mismo tiempo conmovedor) ese fenómeno de "transferencia" con un cineasta al que no conocías y que ahora es como si fuera de la familia, o lo que es lo mismo, como si hubieras trabajado con él. Eso supongo que hace de nosotros, los que hemos trabajado con vos, parte de tu familia también!
Supongo que trabajar en una peli te convierte en un espectador linkeado emocionalmente con el proyecto. De eso hablábamos el otro día. Vos decías que estaba bueno. Pero los producers piensan todo lo contrario y esperan una labor más operativa y rigurosa. Volviendo a lo de las transferencias, de adolescente comencé a leer a Felisberto Hernández porque me habían contado que lo obligaron a estudiar piano y se convirtió en un músico bastante mediocre hasta que se animó a ser escritor.
4 comentarios:
Podrías dar las razones --si las hay...--que te impulsaron a mandar esto, Ale?
Alguien, una vez me contó parte de la vida de David Kohon. Después su fracaso con El agujero en la pared, decidió nunca más filmar y que nadie le vuelva a mencionar siquiera la palabra cine. Hasta que le hicieron un homenaje y el tipo enloqueció o algo así. No sé si es cierta la historia pero a mí me encantó y empecé a ver sus peliculas.
Leyendo lo de Caldini, no sé por qué, me remitió a este corto (falta la parte 2). Es raro porque vi las pelis de Kohon como si él fuera un familiar o un viejo amigo, ja ja como si yo hubiera trabajado en ellas. Debo estar enloqueciendo capaz.
No sabía nada de esta historia. Qué gracioso (y al mismo tiempo conmovedor) ese fenómeno de "transferencia" con un cineasta al que no conocías y que ahora es como si fuera de la familia, o lo que es lo mismo, como si hubieras trabajado con él. Eso supongo que hace de nosotros, los que hemos trabajado con vos, parte de tu familia también!
Supongo que trabajar en una peli te convierte en un espectador linkeado emocionalmente con el proyecto.
De eso hablábamos el otro día. Vos decías que estaba bueno. Pero los producers piensan todo lo contrario y esperan una labor más operativa y rigurosa.
Volviendo a lo de las transferencias, de adolescente comencé a leer a Felisberto Hernández porque me habían contado que lo obligaron a estudiar piano y se convirtió en un músico bastante mediocre hasta que se animó a ser escritor.
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