lunes, 7 de junio de 2010

Carla, Namuncurá y Marcos López

Marcos López me hizo llegar una foto nueva, inédita, "Carla" (reproducida abajo), a propósito de la presentación, hace unos días en la Biblioteca Nacional, de mi película El país del diablo. Como sabrán los atentos lectores de este blog, El país del diablo retrata un viaje que hice por La Pampa, tras los pasos de Estanislao Zeballos. Escritor, periodista, geógrafo, etc, Zeballos era un típico polymath del siglo XIX. Fue el principal ideólogo de la Conquista del Desierto -el exterminio de las tribus originarias de La Pampa por parte del Ejército Nacional- pero también el primero en rescatar la cultura e historia de los indios argentinos, los mismos que él propuso exterminar. Empezó a desarrollar su proto antropología durante ese viaje que hizo en 1879, apenas unos meses después de la "conquista", para confeccionar el primer mapa científico de la región. De su extraña toponimia, que mezcla nombres de caciques mapuches y coroneles expedicionarios, saqué el título de la película: "Antiguo País del Diablo". En el viaje, detrás de Zeballos, visitamos los imponentes escenarios de Salinas Grandes, sede central del imperio del Cacique Namuncurá antes de ser corrido por los "huincas". Derrotado y casi solo, Namuncurá se refugió durante un tiempo en los entresijos de la Cordillera de los Andes, hasta que fue capturado y llevado a Buenos Aires, exhibido como trofeo de guerra. En sus últimos años, en un final triste y simbólico, Namuncurá fue nombrado General "ad honorem" del Ejército Argentino. Existe una fotografía donde se lo ve en uniforme junto a sus hijos, uno de ellos el que sería el famoso santón católico, Ceferino Namuncurá.

Después de la función, fuimos a comer locro y empanadas -se ve que el espíritu patriótico del bicentenario no nos abandona- a una fonda de la calle Las Heras. (Por cierto, durante los festejos del Bicentenario, me emocionó pasar por debajo de un arco, cerca del Obelisco, con imágenes de Marcos López). Cuál no sería mi sorpresa, en una excursión al baño, al encontrarme nada menos que a... ¡Ceferino Namuncurá! No era una foto o una estampita sino... Ceferino en carne y hueso. Bueno. En realidad, por supuesto, no se trataba del verdadero Ceferino sino de una especie de encarnación del ícono: el modelo real, un mozo del restaurant, que utilizó Marcos López para su foto de Nazareno (ver imagen de arriba). Pensé que ahí, justamente, radica parte de la magia del "pop latino" de Marcos: en esa confusión entre ícono y encarnación, imagen pop y documento de la realidad, estampita y mozo de fonda. Son como íconos truchos, pero en la truchada, precisamente, se halla la verdad de la fotografía.

En la foto de "Carla" (abajo), princesa indígena de inquietante mirada, poderosa y sexual, con sangre en las manos y tal vez ganas de venganza (la venganza probablemente ya haya sido consumada), adivinamos los nobles ancestros indígenas de la modelo y, a la vez, podemos suponer que se trata en realidad de una humilde empleada doméstica. Y en esa suposición se agazapa la mirada racista, el triunfo de los conquistadores del desierto. Suponemos que se trata de una empleada doméstica porque, en el Buenos Aires de hoy, una chica de rasgos indígenas probablemente sea empleada doméstica o, en todo caso, eso dicta el prejuicio. La formalidad de la pose y los colores, esos ocres y borravinos, evocan (no sin ironía) algún óleo épico del diecinueve. Podría ser uno de los cuadros históricos de Blanes, el mismo que pintó "La conquista del desierto" que figura en el billete de cien pesos. La aparente sencillez del retrato remite, a la vez, al tipo de fotografía etnográfica que acompañó la campaña militar (no desprovistas, en el caso de las mujeres indígenas, de cierto dejo pornográfico). Al mismo tiempo, el brillo Pop de la foto también puede llegar a hacernos pensar en Warhol o, incluso, en un retrato de la revista Caras. La foto de Carla también me hizo recordar la fascinación de Marcos por las reinas de belleza de segundo orden, que se coronan en alguna festividad pueblerina como La Fiesta de la Alfalfa de San Basilio, Córdoba... Había olvidado que, hace casi veinte años, hicimos un video juntos, Miss Paraguay, en el que Marcos aparece hablando de eso, con su habitual gracia. Desgraciadamente, no conservo copia.

Detrás de esas capas de referencias, sin embargo, vuelve a aparecer insistentemente la pregunta por la identidad de la modelo. Y en ese vaivén de la mirada se introduce, justamente, la insidiosa dimensión política de las fotos de Marcos. El toque "pop" le quita densidad, pesadez, solemnidad -es decir ineficacia- a la imagen. En vez de la previsible "denuncia", nos enfrentamos con nuestras propias contradicciones. Las fotografías de Marcos López son juegos, por cierto, divertimentos hechos para divertir. A la vez, en ese juego, las imágenes nos miran y nos preguntan qué estamos pensando.
-Andrés Di Tella

11 comentarios:

Marunga Castañeda dijo...

que miedo...

Fotografías dijo...

es el mozo de Ña Serapia...

Marunga Castañeda dijo...

si, si lo recuerdo muy bien, como olvidar su cara, y esa mano....buaaa

Marcos López dijo...

(mozo) Héctor, actualmente es dueño de Ña Serapia, en Las Heras cerca de Paunero. Recomiendo que vayan a comer su locro y empanadas. Y les dan saludos de mi parte. Como soy vegetariano, vivo en Barracas, y no tomo mas alcohol... me cuesta cruzar la ciudad para ir a su boliche. No se me ocurre ir a comer un locro con Coca Cola. y sacarle los pedacitos de chorizo colorado...

Marcos López dijo...

esta bueno tu texto andres. luego lo releo y te comento a que territorios me llevo la lectura. un abrazo.

Lucio dijo...

Buenísimo el texto, la Historia en presente continuo. Y geniales las fotos de Marcos Lopez.

Marcos López dijo...

la palabra FONDA, no me suena bien. la cambiaría por restorán... para no herir susceptibilidades... no?
mas vale prevenir que curar.

Fotografías dijo...

Ah, pero la palabra "fonda" (y el LUGAR "fonda") me gusta mucho más que "restorán". Lamento que en esta ciudad haya cada vez menos fondas y por todos lados "restós" y "pizza-café"...

Marcos López dijo...

ok, se lo explicamos a Hector "El Martir". que fonda, suena mejor que Restó, con acento en la o....
o mejor no explicamos nada.

rodrigo dijo...

voy ahí cada tanto con el mismo amigo y cuando nos llamamos para combinar directamente nos decimos ; vamos a marcos lópez?, para mí y para mi amigo ña serapia es "marcos lópez" y héctor obviamente es héctor. me considero un habitué de "marcos lópez".
saludos

Daro dijo...

Hola Andrés vi la Television y yo hace algunos años y despues perdi el rastro de tus films, me estoy actualizando!

Saludos y si queres pasa por

http://www.flickr.com/photos/lentebagabundo

Daro