miércoles, 16 de junio de 2010

Brasil

Ayer vi a Brasil. Y comprobé que el gobierno tiene razón: Clarín miente. En la versión digital, titularon: "Brasil apenas ganó en el debut". Quizá sea simplemente lo que todos los argentinos queremos leer: Brasil apenas le ganó con lo justo a los picapiedras de Corea de Norte. Es decir, ¡no tengan miedo! Pero yo soy como un jugador de la selección argentina: veo delante una casaca verdeamarela y me agarra dolor de panza. Brasil no ganó "con lo justo". Ganó "sin despeinarse", que no es lo mismo. Los coreanos se defendieron, corrieron y mordieron como era de esperar. Y a Brasil le costó un poco llegar, en el primer tiempo, que terminó 0 a 0. Pero ni bien les salió la primera, todo cambió: un desborde y remate perfecto, desde un ángulo imposible, de Maicon, un lateral bien brasileño con el pie de un wing... ¿pero qué hay de nuevo? Uno piensa en el linaje de los Roberto Carlos, Cafú, Dani Alves, etc. Como dato de la riqueza de Brasil en ese puesto -en el que nosotros no tenemos a nadie y tuvimos que inventar a Jonás Gutiérrez- justamente Dani Alves, el extraordinario lateral que brilla en los globertroters de Barcelona, en el scratch es apenas suplente de lujo. Cuando uno lo ve jugar al titular, Maicon, entiende. ¡Qué jugador! De hecho, lo que más me impresionó de Brasil ayer, curiosamente, fue la defensa. Ustedes dirán: ¡pero no tenían a nadie en frente! Puede ser. Aunque Corea tenía un delantero con mucho vértigo y muy peleador, Jong creo que se llama... A lo que voy es que, en cada pelota que se jugó cerca del área de Brasil, siempre ganaron los defensores verdeamarelos, salvo en una ocasión, la única llegada neta de Corea, cuando faltaban dos minutos de juego y que terminó en el gol del descuento. Creo que esa es la marca del técnico brasileño Dunga: los equipos brasileños, tradicionalmente, eran flojitos atrás y compensaban con los de arriba. Pero aunque Dunga fue muy criticado por eso, creo que logró un equipo mucho más equilibrado y, por lo tanto, todavía más temible. Porque arriba siguen estando los Kakás, Robinhos y companhía. Ayer Kaká, que viene de una lesión, no hizo nada. Pero en cualquier momento se despierta y chau. Y Robinho, que anduvo tan mal en el fútbol inglés, demostró que es un craqui. Mostró un par de toques sublimes, siempre trató la pelota con elegancia y le puso un pase impresionante, riquelmiano, a Elano, para el segundo gol. Elano es otro jugador extraordinario que, encima, corre y roba pelotas por toda la cancha. Porque ahora tienen eso: ¡los brazucas también corren y muerden, tanto o más que los coreanos! Brasil dio aviso ayer que es un equipazo, no se equivoquen. ¡Clarín miente! De lo que vi hasta ahora, dicho sea de paso, Brasil y Argentina son mis candidatos (OK, no vi a Holanda ni a Alemania). ¿Se dará la final soñada? Igual, recuerdo los últimos encuentros con Brasil y tiemblo.


3 comentarios:

JL Cancio dijo...

Tu faceta de cronista deportivo es un área para explotar en algún documental en el futuro, quizás. Prometo ir a verlo, siempre y cuando no nombres al equipo millonario.

Fotografías dijo...

Más que hacer un documental lo que quiero es que me contraten de la tele para ser el Macaya Márquez del próximo mundial. Siempre soñé con ese "trabajo": comentarista de fútbol. Relator no que es demasiado trabajo. Quién quiere aprenderse todos esos nombres de jugadores eslovenos o coreanos? Pero comentarista! Decir cada tanto alguna huevada, hacer chistes imbéciles cuando el partido se pone aburrido, pasar algún chivo... El sueño del pibe.

Mientras tanto, acá estoy en la B...

Lucio dijo...

Mientras todos esperamos que te llamen de por lo menos Fútbol para todos, para acompañar a Marcelo Araujo, te podrías despachar algún documentalito en primera persona sobre fútbol...