lunes, 12 de abril de 2010

BAFICI 2010 (2)

Empezó el BAFICI 2010. Para los lectores de esta bitácora que no lo saben, el festival de cine de Buenos Aires fue, en alguna medida, la creación de un servidor (fui el primer director). A esta altura, voy al festival como un espectador cinéfilo más. Eso, cuando no estoy del otro lado del mostrador, presentando una película. Pero en la inauguración de este año me encontré con Darío Lopérfido, el nunca bien ponderado ex secretario de cultura de la ciudad, a quien no veía hace años.
-¡Tanto tiempo, Andrés! ¡Y nos venimos a encontrar justo acá!

La creación del festival, hay que decirlo, en rigor, le corresponde a él. Al menos, en términos políticos, que no es poco. Ojalá hoy hubiera políticos como él. El fue el que convenció a De la Rúa, o a Antonito, vaya a saber, de que valía la pena hacer esa inversión, desviar unos pesos de la política a la cultura, que eso podía traer rédito. ¿Quién piensa así hoy? ¿Jorge Coscia? Ni siquiera especulan con eso. Bastante me tuve que pelear con Lopérfido y con sus secuaces de la politiquería para que el festival sea lo que fue y no una Feria del Libro o una Buenos Aires No Duerme (¿remember?) o alguna otra kermese por el estilo.

No paré de pelear todo el tiempo que estuve a cargo del festival. Pelear para que no sea un coto de caza de funcionarios o hijos de funcionarios, para que no se balcanice el festival en una repartija clientelista, una sección para los amigos de Antonito, otra para los peronistas, otra para Disney, otra para la embajada española. Pelear para que no sea una muestra sin futuro, como tantas otras, sino un verdadero aporte a la situación del cine argentino –creo que lo fue- donde fuera tan importante mostrar películas como hacer cine por otros medios, generar encuentros entre cineastas locales y extranjeros, armar workshops y foros de coproducción, educar al público y contribuir a la formación de los cineastas, abrir el canuto de la información sobre fondos y festivales (a partir del primer BAFICI explotó la participación argentina en todos los fondos y festivales habidos y por haber).

Ahora que lo pienso, creo que el festival fue también un ejercicio de democracia, con todas las peleas que siempre trae la democracia, escenario de peleas si lo hay. Tuve que pelear, ridículamente, para que los cineastas locales pudieran entrar a las fiestas del festival, para que los invitados extranjeros del festival (hubo algunos con mucho glamour) no sean rehenes de los organizadores y sus amigos, para que haya un punto de encuentro para todos los cineastas e invitados (no lo quisieron hacer, se improvisó en el bar del vecino Teatro Babilonia de la calle Guardia Vieja), para que un cóctel no impidiera que los programadores extranjeros vieran una película argentina, etc, etc, etc.

Podría seguir interminablemente con estas minucias, pero ya me olvido y, como muestra basta un botón. La gota que derrámó el vaso, para mí, fue la pelea absurda para que, una vez terminado el festival, devolviéramos las copias de las películas que nos habían mandado, si es que pretendíamos que el festival tuviera alguna continuidad (se ve que no habían pensado en eso o pensaban que podíamos zafar; de hecho, el festival de Mar del Plata se había hecho una moderada fama internacional con esa práctica). Así y todo, increíblemente, el perfil de programación y de organización y de transparencia que traté de imponer se impuso. Y, más increíblemente aún, persistió y se profundizó con el tiempo, a través de los años y de las distintas gestiones y los distintos gobiernos. Puedo tener alguna diferencia puntual de criterio con la programación de Sergio Wolf y su equipo, pero el BAFICI hoy es una maravilla de funcionamiento, de buen trato, de calidad técnica y artística, un milagro argentino, un tesoro que hay que cuidar. Y, en el camino, al aire de los vientos del mundo, el soberano se educó y nuestra producción cinematográfica se transformó.

Creo que nada de eso le importaba demasiado a Lopérfido, mientras los problemas no llegaran a la prensa. Ya había conseguido muchísimo más "centimetraje", muchísimos minutos más de "aire", muchísimo rédito más de lo que se habría atrevido a prometerle a su jefe. Yo me peleaba con él, sí, pero él me eligió y, dentro de todo, me bancó. Un día, cansado de mis reclamos histéricos, me dijo:
-Andrés, dejate de joder, arregalatelas solo. ¡No sos mi novia!

Sin Lopérfido, nobleza obliga a recordarlo, el BAFICI nunca hubiera existido, lo mismo que el festival de teatro y algunas otras cosas del panorama cultural de la ciudad que hoy se dan por sentadas. Es tal vez insólito dado el tenor del personaje pero, gracias a él, la vida de la ciudad cambió. No se me ocurre en este momento otro individuo que haya tenido semejante influencia (positiva) en la vida cultural de Buenos Aires. La parábola de Lopérfido, el hijo de taxista sin secundario completo que llegó a ser una de las figuras más importantes de la cultura argentina, al tiempo mano derecha del Presidente de la Nación y escudero de Charly García, y que finalmente cayó de las alturas a los infiernos, ganándose un oprobio desmesurado –presagiado tal vez en su impagable apellido-, merece una novela. Pero haría falta un Stendhal o un Balzac vernáculo (para que me entiendan los cultos lectores de este blog) como para hacerle justicia a este Rastignac o Julien Sorel argentino. Hoy le dedico este humilde post, por el momento más no puedo ofrecer.
-Andrés Di Tella

27 comentarios:

Lupe dijo...

Buenísimo tu post, Andrés. No sé si una novela, pero un documental se merece el personaje. Sería una excusa perfecta para hablar de una/nuestra generación, no?

Carolina Konstantinovsky dijo...

Yo produzco el documental con vos!

Jeankarla Falon Plaza dijo...

y yo te hago la prensa...

Carolina Konstantinovsky dijo...
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Alejandra Almiron dijo...

y yo la edito...

Jeankarla Falon Plaza dijo...

ok, me parece que tenés equipo..

Lucio dijo...

¿Documental o Película de Terror?

Melina Fontán dijo...

Sí, lo sé Andrés.
Y no te preocupes, porque estoy segura de que toda mi/nuestra generación también.
Sería bueno informarlo a las nuevas generaciones.
Beso

Martin Bauer dijo...

si...lo sabemos..
Siempre se saben quiénes hacen las cosas y más quiénes las comienzan
un abrazo ( y felicitaciones!)

Lu dijo...

Hola Andres

recuerdo que trabaje en la parte de producción y organizacion del primer Bafici (eso fue por el 98, 99?)y fue realmente interesante lo que se estaba gestando, muchos teniamos la sensacion de que algo nuevo y muy productivo comenzaba a suceder, además de que la organizacion y contenido fue impecable.
También recuerdo muchos festivales de Mar del Plata donde el CERC me envía como estudiante y yo muy agradecida aceptaba, pero realmente se respiraba otro aire, como mas conservador, había aire a funcionarios..era raro.
Te mando un abrazo y gracias !!

Leandro dijo...

Andrés, no desestimo la importancia del Bafici para la cultura argentina (no sólo porteña) pero digamos las cosas como fueron. Darío Lopérfido robó ese festival. Robó la propuesta acercada por un grupo de cineastas y de personas que armaron el proyecto en busca de financiación del gobierno porteño. Así es como fue, y luego, las gestiones políticas y los arreglos se encargaron de hacer el resto. De no asignar el dinero correspondiente, de querer conformar con vueltos, de cayarnos la boca porque el por ese entonces intendente de la ciudad iba a ser el futuro presidente de la república y convenía quedarse en el molde.
Yo fui parte de ese equipo que trabajó durante mucho tiempo por un ideal de festival que luego terminó siendo el BAFICI. Tengo avisos enviados a la Filmaker con la convocatoria, tengo logos y estática hecha, tengo mucho material que se cajoneó para luego intentar conformarnos con credenciales y una participación de costado en la organización. Así empezó el BAFICI. En horabuena se transformó en lo que hoy es, y ahi coincido plenamente contigo. Y destaco su importancia, y la necesidad de que este tipo de emprendimientos existan en nuestra ciudad. Ahora bien, ¿Lopérfido?....¡¡¿Lopérfido?!! en fin....

Fotografías dijo...

Leandro, no sé quién sos, pero ya en aquella época escuché esa historia de que había la idea de hacer un festival antes del festival. Es µás, recuerdo una nota a Cecilia Hecht en Ambito Financiero que hablaban de eso. Pero la idea en sí de "hacer un festival" no es nada, perdoname. Cualquiera puede tener esa "idea", de hecho, el mismo Lopérfido la tuvo. Había que HACERLO y darle forma concreta y programarlo y organizar y, para eso, te juro, había que pelear cada centímetro cada día. Yo no lo estoy defendiendo a Lopérfido, creo que eso queda bastante claro. Pero me parece infantil decir que te "robó" a vos o a quien sea la "idea" y los "logos" y no reconocer que fue él el que tomó la iniciativa política. Si es por eso, yo ya le había hablado de hacer un festival de cine años antes. Pero en aquel momento, no eran más que palabras y de ninguna manera me atribuiría el haberle dado la "idea" de hacer el festival. Lo concreto es que él me llamó a mí. Igual, también creo que está dicho en el post, los políticos son como son. Y nunca faltan boludos como vos y como yo que les creen, sólo para que al final les den una patada en el culo porque molestan.

Eso sí, yo en ningún momento crei conveniente "quedarme en el molde", para mal o para bien.

Fotografías dijo...

Recuerdo, a modo de ejemplo, que una funcionaria de turno de aquel momento me dijo en la primera reunión que "ya tenemos a Susan Sontag de jurado". Después me mostró un fax con la invitación. Pero yo por mi cuenta hice alguna averiguación y un amigo de Susan Sontag me dijo que eso era imposible porque estaba muy enferma. La funcionaria al final me confesó que todavía no habíamos recibido una respuesta.... Del dicho al hecho, esa es la cuestión.

La misma fuincionaria también me habló de hacer un festival de "cine urbano"... whatever that means. Creo que era porque se trataba del gobierno "de la ciudad", entendés? (en serio)

Es decir, las ideas son baratas y cualquiera puede presentar un proyecto. Yo mismo tuve ideas "geniales" para el BAFICI que nunca se realizaron. Y?

Fotografías dijo...

Supongo que yo viajé a Copenhagen para convencer a Lars von Trier de hacer un taller dogma en Buenos Aires siguiendo tus instrucciones. Y que Coppola ya había recibido los flyers... etc etc

Lo que quiero decir, para terminar, es que yo pelee -y mucho- para HACER REAL el festival que YO IMAGINE. Y que, increíblemente, siguieron los que me siguieron. Tampoco inventé la pólvora. Pero nadie me pasó un plan que yo hubiera, "simplemente", ejecutado, bajo las órdenes del Pérfido Ladrón de Festivales...

Me caliento, perdón, porque tu comment parece muy funcional a la Historia Oficial que Wolf publicó y que Filllipelli filmó, donde lo que hicimos los que creamos el festival no cuenta.

Esto es Argentina... (diría el fantasma del Abasto)

Carolina Konstantinovsky dijo...

Insisto Andrés, hagamos el documental!! Y contemos cuando nos secuestraron a Coppola!
O cuando había para subtitular 60 películas más que lo que aguantaba el presupuesto.
O cuando alguien propuso alquilar un avión para ir a buscar a Woody Allen.
O podemos contar la víspera de la apertura del primer festival en la que recorríamos cajeros automáticos con tarjetas propias porque la plata del festival no había salido y era Semana Santa!
Es raro, porque tuvimos diferencias y muchos acuerdos vos y yo... temas muy charlados. Pero cuando aparece esta versión ridícula del festival robado me produce casi la misma bronca que a vos!
Te mando un beso grande
Caro

Carolina Konstantinovsky dijo...

O cuando el "director" del festival copó la cena con Coppola y sentó a todos sus amigos (o compromisos) en los lugares reservados para los invitados internacionales, sin avisar y de prepo...

Leandro dijo...

Andrés en ningún momento cuestioné tu gestión frente al BAFICI ni dije que el trabajo hecho no fuera digno de reconocimiento, titánico y absolutamente fructifero!. No confundir. Comparto el entusiasmo y la necesidad de un festival de estas características y me consta que en muchos casos se lleva adelante gracias al esfuerzo y a la inversión personal (de tiempo y dinero) de mucha gente. Entiendo tu punto sobre las "ideas" y lo volátil de su fluir. Te puedo asegurar que aquello que la misma Cecilia habló y presentó con Darío no fue una "simple idea" que según tus palabras, se nos ocurren a todos. No es mi intención convencer a nadie. Tampoco es una cuestión de "logos" y "submission forms". Es una cuestión de robo. De maniobra política y manoseo. Que vos bien podes minimizar (o no) pero no quita que haya ocurrido. Por eso me permití cuestionar a Lopérfido y ponerlo entre tantos signos. Es cierto, fuimos y somos unos boludos que creimos y luego nos dieron una patada en el culo. ¿Está no prenteder que eso ocurra? ¿Al final sólo importan los resultados y no la forma en la que se llega a ellos? No lo creo. Mucho menos en la gestión cultural pública. Y si bien vos destacas el "riesgo político" de haber llevado adelante y ejecutado el festival desde su lugar, permitime nuevamente ponerlo en crisis. Vuelvo sobre el comienzo, esto no es un cuestionamiento sobre las gestiones (tanto tuyas, como de los subsiguientes directores) ni de la gente que trabajó y trabaja para hacer posible este festival. Es sobre una persona, que a mi criterio, representa una clase de político que aborrezco y que no merece mi respeto. Y lo voté. Estoy jodido.
Te mando un saludo,

Leandro.

Fotografías dijo...

Leandro: seguís sin decirme quién sos, todo bien, para eso están los blogs. Pero me parece una acusación un poco grosera, la de "se robaron el festival", aunque digas respetar mi trabajo y cargar las tintas sobre Lopérfido. Para mí, creo que ya lo dije, es infantil hablar de "robo de ideas", especialmente en la gestión pública. Además, yo no le robé ninguna idea a nadie, ni hacía falta. Tengo las propias, gracias. El asunto, insisto, es poder darle forma concreta a las ideas, que es lo que yo hice en en BAFICI, contra viento y marea, y de lo cual se beneficiaron los que vinieron después. Igual, yo no digo que "usaron mis ideas" ni que "me robaron el festival". Simplemente, me alegro (y me sorprendo) que el festival haya tenido la continuidad que tuvo, que para eso uno se involucra en estas cosas, al menos en mi caso.

Fotografías dijo...

Gracias Lupe por el comentario. Y gracias Caro, Jeankarla, Ale, por formar un dream team. Pero el documental ese que lo haga otro (o ya lo hizo Filipelli?)

Martín, Melina: gracias, no era el objetivo de esta entrada "reivindicar" mi rol en el festival, aunque tal vez lo haya sido, qué sé yo. Pero reencontrarme con Darío en ese lugar me disparó algunos recuerdos que, por algún motivo (muajjajaja) están como enterrados en la historia oficial del BAFICI. Y la figura de Lopérfido me parece más que interesante, con sus luces y sombras.

Cecilia Hecht dijo...

La verdad es que trato de hablar lo menos posible. Y menos, de los asuntos que duelen. Pero acabo de ver estos intercambios de Leandro y creo que corresponde que aclare que Leandro trabajó en el desarrollo del primer BAFICI. Trabajó muchísimo. Todos los hicimos, y presentamos a Darío Lopérfido un proyecto armado desde el sector privado, con películas e invitados confirmados, con retrospectivas como la de John Cassavetes, la presencia, apoyo y participación del Festival de Sundance, etc... etc.. Los que recuerdan esos primeros festivales, saben que esto estaba. El festival estaba sólido. Estaban las salas, las películas, las secciones, la prensa, la logística, la interacción con los otros festivales independientes del mundo, todo el aparato jurídico necesario. Esto, y más. El trabajo fue gigante. Fue un equipo de personas trabajando duro tanto antes de acercar el festival a la Secretaría de Cultura como una vez que Darío Lopérfido aprobó el proyecto y seguimos trabajando durante meses, poniendo recursos y dinero a fondo perdido, pero dentro de un acuerdo con Lopérfido del que participaron el Conejo Gomez y Francisco Cerdán. Acuerdo que se rompió sobre un cambio de planes brutal. Fernando Martín Peña fue parte de este equipo, y por eso conoce bien la historia y tal vez sea el mejor vocero. Sobre todo porque años más tarde, en reconocimiento tanto de su trayectoria, como de este trabajo en el primer desarrollo del BAFICI se le ofreció dirigir el Festival, y así hizo.
Cuando tomo conciencia de todas las ediciones del BAFICI y el bien que nos hace a todos los amamos y nos dedicamos al cine, me pongo contenta. Prefiero quedarme con la alegría de saber que contribuímos a esto, al menos encendiendo la mecha, pero no hay que dejar de reconocer el trabajo de la gente. Se le puso mucha cabeza, esfuerzo, recursos. Fue intenso. Yo tenía 23 años en ese entonces. Por eso fue muy duro. Ahí estábamos Leandro, Luz, Fernando, Muriel, Juan Pablo, Felipe, Gloria, Diego, Pablo... Les aseguro que no fue "un robo de idea", como Lorena García puso de título a su nota en La Nación. Dicho esto, mejor dar vuelta la página y hablar de cosas más felices. Gracias, Leandro por tener la voluntad y compromiso con la verdad como para tomarte el trabajo de aclarar. Un saludo, a todos los que hicieron los BAFICIS, y todo mi respeto. Cecilia Hecht

Carolina Konstantinovsky dijo...

La retrospectiva de John Cassavetes que se hizo en el segundo BAFICI la armó Sebastián Rotstein (no estaría mal poner nombres y apellidos) desde cero. Se contactó con Al Ruban (quien vino a presentarla con Seymour Cassel) quienes era la primera vez que eran invitados a Buenos Aires. Encontró películas que el propio Al había dado por perdidas, de las que el no tiene copia en 35 mm.
El trabajo de Sebastián fue impecable, hecho con pasión, una pasión basada en su propio amor a Cassavetes y sus propias ganas de armar una de las retrospectivas mas completas de Cassavetes que se presentaron nunca (en el mundo, no acá).
No se a qué invitados confirmados te referís pero puedo asegurarte que tanto los del primer como los del segundo Festival fueron confirmandose a medida que se producía y en muchos casos a último momento.
Por otro lado y suponiento que haya habído otro festival ya armado. Lo cierto es que Darío no pasó un plan de festival ya hecho ni con invitados, ni con contactos.
Estaba Ricardo Manetti también metido en esto que en aquel momento era Director del festival, una figura que desapareció con los años por lo innecesaria, quién diseñó un plan que no funcionó para el primer festival (Andrés lo va a recordar mejor que yo) y quién se apropió del festival en la tercera edición, corriéndonos a Andrés y a mi y poniendo a Quintín (a mi me despidieron diciéndome que mi trabajo había sido impecable, con nosotros renunció el 80% del equipo). Había muchas ideas y muchas ganas dando vueltas, hubo mucha gente participando, pensando y proponiendo y a veces esas ideas se parecían entre sí.
Saludos

cecilia hecht dijo...

Carolina, sin entrar en lo pormenorizado, porque realmente son demasiadas cosas y el tema está hace tiempo cerrado para nosotros, y no vale la pena ya buscar reivindicaciones, pero para ser rigurosos con los hechos, si Al Ruban se contactó fue para que pudiera ocurrir finalemnte la Restrospectiva que se había acordado en el primer desarrollo de BAFICI (cuando confirmamos a Seymour Cassel, Al Ruban, Ben Gazzara (y quedaba todavía pendiente para esa fecha Peter Falk que tenía un problema con su pierna, y Gena Rowlands, que tenía un crucero). Todavía tenemos los faxes con todos estos intercambios. Yo estaba en comunicación con Al Ruban, y tuve que explicarle lo que había pasado, y decirle que era bueno que viniera al Festival, de un modo u otro. Lo mismo con Rebecca Yeldham, de Sundance, con quien también estaba en contacto. En serio, tal vez haya cosas que no llegaron a vos, pero no te quedes con una idea errónea. Insisto: como he decidido guardarme con este tema que ya fue bastante doloroso en su momento, si alguna vez alguien quiere saber de verdad cómo se originó el BAFICI, pueden cruzar información entre Fernando Peña, el Conejo Gomez, Francisco Cerdán, y por supuesto, el propio Darío Lopérfido, Ricardo Manetti y Quintín. Y sacar sus conclusiones. Cierro acá. Insisto en la valoración y el respeto por todo el trabajo de todos los que aportamos a que existiera el Festival. Lo bueno es que está, que tiene continuidad, y que es bueno para todos. Un saludo,
Cecilia.-

Cecilia Hecht dijo...

PD: Releí mi post y creo que me faltó decir, por si quedara alguna duda, que los festivales que hicieron con Andrés me parecieron muy buenos, y que reconozco sin duda todo el trabajo y el esfuerzo. Mis felicitaciones tardías, Andrés. Un gran abrazo. C.-

Fotografías dijo...

Querida Cecilia: en primer lugar, quiero decir que te aprecio y respeto mucho por lo que hiciste (o intentaste hacer) en el Canal de la Ciudad, una iniciativa que, de haber tenido continuidad, podría haber sido tanto o más importante que el BAFICI para "la vida cultural de la ciudad". ¡Y en eso no tuvo nada que ver Lopérfido! Pero supongo que no menospreciarás el rol que jugó en su creación Jorge Telerman, aunque también estoy seguro que habrá habido idas y venidas y traiciones. Asi es nuestra relación con nuestros políticos y a eso apuntaba en el post, esa ambivalencia, ese amor-odio, que despiertan aquellos -pocos- políticos que son capaces de darnos bolilla a nosotros, las expectativas que ponemos en ellos, la decepción inevitable, etc. Y a la vez, me pregunto, ¿quiénes son ellos realmente? (Lopérfido, Telerman, por ejemplo, no hay muchos más en esa categoría). De ahí mis ganas de que alguien escriba una novela...

De eso estaba hablando, hasta que entró Leandro con este otro festival fantasma...

Lo demás daría para otro post, aunque a esta altura tampoco tengo ganas de andar "reivindicándome", la verdad. Pero creo que Quintín, al menos, se va a poner muy feliz al saber que él no fue el primero en "robar un festival".

Gracias Caro por tu aporte.

cecilia hecht dijo...

Hola Andrés!!
Muchas gracias!!! Uf... el canal fue un buen intento, de todos, de todas las gestiones... pero no tuvimos tiempo.
Te contesto tan tarde porque recién veo tu comentario. Claro que te entendí perfecto, y acuerdo con lo que decís: por supuesto que da para una novela. Creo que son personajes complejos y que no es bueno pensarlos de un modo tan maniqueo.
Viste que yo soy más bien silenciosa... tal vez para no caer en reduccionismos, justamente, que luego pueden ser malinterpretados y dañar sin querer. Pero en este caso comenté porque me pareció que debía apoyar a Leandro, a partir de lo que se le estaba respondiendo, que no me pareció muy justo. Nada más.
Bueno, espero cruzarnos pronto. Te mando un gran abrazo.
C.-

Anónimo dijo...

un balde de agua fría por aca.....desde afuera, esta discusión por el reconocimiento
deberia finalizar con la puesta de valdosas con estrellitas y nombres
en los pisos del abasto y para consolarlos que esten todos los nombres.
Todo el mundo sabe que Loperfido y su banda en fuga son los robin hood del recicle
bonaerense y por tal de ser los figuretis del momento para seguir sus carreras politicas
son capaces de convencer hasta victor hugo morales que dirija la filarmonica de buenos aires
porque a VH lo escuchan 80000 tacheros y ademas le gusta la cultura y la musica clasica
Por otro lado lo de "idea del festival de cine" existe en cada ciudad y pueblito del mundo
y me imagino que los habitantes de Tafi del Valle habran pensado en hacer el "festival de cine
con tamales y empanadas de humita" (se entiende, no? cada ciudad con lo suyo) hasta en un
episodio de los simpsons marge saca de la galera ante la crisis el "festival de cine de Springfield"
con el Señor espilbergo y la bola en la ingle.
Pero Yo sé porque hice un poco de investigacion que los que le sugirieron a la banda en fuga
de "loperfidio" tenian los 12 trabajos de hercules terminados y no una caratula con la frase
festival de cine independiente, le ofrecieron la cosa en un 120% y encima a seguir laburando,
hasta pagaron la cintita roja y la tijerita con la que monsier de la rue con los garfios magicos
solo tendrian que cortar.
a los que pusieron la idea original en la mesa les robaron a los melli y se los dieron
a los herrera de noble y encima los pendejos los siguen llamando papa y mama a los chorros
comprendes, mendez?
yo se de esos venenos que cuestan digerirlos, cecilia y los tuyos, yo se de exilios y de leche de magnesia, milanta
alka seltzer y todos los cuamacus necesarios para seguir adelante y dejar correr al veneno hasta la digestion total
cuando te afanan no una frase del guion pero las latas con la pelicula lista para proyectarla.......

pero recuerden la torta siempre se da vuelta, y ya tendran sus 15 segundos de oportunidad para agarrar la direccion
del bafici, o despues de 99 dias podrian alejarse a voluntad sin el "triunfo" de los 100, esta en ustedes.......


Sandra L. Mondragon
salmondi1968@hotmail.com

Anónimo dijo...

Cecilia Hecht y el vaciamiento de Ciudad Abierta

¡Qué lindo nombre para una novela!