Lucía: ya es la segunda vez que me topo con una de estas placas en la vereda y el efecto de lo inesperado en el camino diario es demoledor y, a la vez, realmente te deja pensando, esa combinación de terror y cotidianeidad, pasado y presente, el desaparecido y vos. Una gran iniciativa.
Si, aún no lo pude ver, tengo muchas ganas de hacerlo en cuanto vaya a Bs As, son iniciativas de los últimos años que me gustan mucho que se empiecen a hacer en nuestro país. Cada vez que voy a Berlin me sorprende mucho la cantidad de recordatorios que tienen en cada rincón a las victimas de los nazis, los trozos de muro que aún quedan en plena ciudad y la increible East Side Gallery:
un sábado medio fresquito por la mañana tenía que ir yo a editar en una productora. antes de entrar veo en la esquina a un grupo de gente reunida. parecían religiosos, guardaban silencio. alguien tenía un micrófono. no se entendía bien qué estaban haciendo. me acerqué. primero pensé que podían ser familiares de un policía muerto. algo me dijo que no. soy tímido en esas situaciones y no me animo a preguntar. veo que hay una baldosa y que todos miran hacia allí. el grupo era bastante homogéneo, todos eran mayores y vestían formal, salvo una señora, una señora que como una pieza desencajada, me confundió aún más, su vestuario era como del 70, con vestigios hippies pero en una mujer de 70 años. entonces pregunté: qué hacen? recordamos a un compañero secuestrado en esta esquina, me responde uno que pensé era un servicio. Pero no. Eran militantes y familiares, pero a diferencia de como solemos verlos en los actos, esta vez guardaban silencio, como un acto político e íntimo al mismo tiempo. pensé, qué raro, esta gente hoy sábado se despertó, desayunó, se bañó, se vistió, y viajó hasta esta esquina para este acto silencioso, y ahora se despiden y luego se vuelven a seguir con sus vidas. pensé también, qué lindo todo esto para un documental, "baldosa", imaginé el título, seguir a un par de personas que van y hacen eso, inauguran una baldosa y ya, luego se vuelven. era esa baldosa Andrés, la que te chocaste el otro día. y pensé también en lo absurdo por un lado y lo valioso por el otro, no? como una militancia silenciosa por conservar la memoria. me inspiró mucho respeto todo eso. después me fui y volví a la productora. te mando un abrazo. Rodrigo M.
8 comentarios:
Hola Andrés , el otro día vi que hace poco han puesto una placa conmemorando a los compañeros del Nicolás Avellaneda donde estudie:
http://www.facebook.com/#!/photo.php?pid=315896&id=1794826037
http://www.facebook.com/#!/photo.php?pid=31131082&id=1333521781&ref=mf
pense que iba a encontrar un bellisimo foto reportaje!
Esta si que es Argentina, diría Luca...
Lucía: ya es la segunda vez que me topo con una de estas placas en la vereda y el efecto de lo inesperado en el camino diario es demoledor y, a la vez, realmente te deja pensando, esa combinación de terror y cotidianeidad, pasado y presente, el desaparecido y vos. Una gran iniciativa.
Y qué fuerte debe ser ver una en la vereda de tu propio colegio...
Si, aún no lo pude ver, tengo muchas ganas de hacerlo en cuanto vaya a Bs As, son iniciativas de los últimos años que me gustan mucho que se empiecen a hacer en nuestro país.
Cada vez que voy a Berlin me sorprende mucho la cantidad de recordatorios que tienen en cada rincón a las victimas de los nazis, los trozos de muro que aún quedan en plena ciudad y la increible East Side Gallery:
http://www.berlin.de/mauer/orte/east_side_gallery/index.es.php
Creo que es muy maduro convivir con el pasado y no esconderlo ni ignorarlo.
Besos!
Posdata:
En frente a la casa de mi tío en el Abasto hay una placa que dice que ahi vivió y murió Luca Prodam ;)
un sábado medio fresquito por la mañana tenía que ir yo a editar en una productora. antes de entrar veo en la esquina a un grupo de gente reunida. parecían religiosos, guardaban silencio. alguien tenía un micrófono. no se entendía bien qué estaban haciendo. me acerqué. primero pensé que podían ser familiares de un policía muerto. algo me dijo que no. soy tímido en esas situaciones y no me animo a preguntar. veo que hay una baldosa y que todos miran hacia allí.
el grupo era bastante homogéneo, todos eran mayores y vestían formal, salvo una señora, una señora que como una pieza desencajada, me confundió aún más, su vestuario era como del 70, con vestigios hippies pero en una mujer de 70 años. entonces pregunté: qué hacen?
recordamos a un compañero secuestrado en esta esquina, me responde uno que pensé era un servicio. Pero no. Eran militantes y familiares, pero a diferencia de como solemos verlos en los actos, esta vez guardaban silencio, como un acto político e íntimo al mismo tiempo. pensé, qué raro, esta gente hoy sábado se despertó, desayunó, se bañó, se vistió, y viajó hasta esta esquina para este acto silencioso, y ahora se despiden y luego se vuelven a seguir con sus vidas. pensé también, qué lindo todo esto para un documental, "baldosa", imaginé el título, seguir a un par de personas que van y hacen eso, inauguran una baldosa y ya, luego se vuelven.
era esa baldosa Andrés, la que te chocaste el otro día. y pensé también en lo absurdo por un lado y lo valioso por el otro, no? como una militancia silenciosa por conservar la memoria. me inspiró mucho respeto todo eso. después me fui y volví a la productora. te mando un abrazo. Rodrigo M.
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