sábado, 27 de febrero de 2010

La casa


Hans Ulrich Obrist, uno de los curadores de la Serpentine Gallery de Londres, fue convocado por la Fundación Federico García Lorca y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales de España para armar una muestra site-specific en la Huerta de San Vicente, la casa familiar en las afueras de Granada, donde García Lorca pasaba los veranos y escribía. Obrist ya organizó muestras semejantes en las casas del arquitecto Luis Barragán, en México D.F., en la del filósofo Friedrich Nietszche, en Sils Maria, o la del arquitecto Sir John Soane, en Londres.

Una música concebida especialmente por Enrique Morente se hace presente en todos los rincones de la Huerta de San Vicente para recordarnos que por sus habitaciones anduvo Lorca. John Armleder proyecta una película hecha a partir de diferentes manuscritos en una habitación vacía de la casa. Un diminuto teatro de títeres, ideado por los artistas David Bestué y Marc Vives, representa una obra basada en “El maleficio de la mariposa” bajo la cama de Federico García Lorca, cubierta a su vez por una colcha bordada por Rivane Neuenschwander. En el mismo dormitorio se encuentran la foto “In Bed with Lorca” de Gilbert & George; dos perulas, una original y una réplica exacta de la misma, obra de Roni Horn, y una máquina de escribir que sólo marca ceros y unos con la que Rivane Neuenschwander evoca el “Diálogo mudo de los cartujos” de Federico García Lorca. Frente a esta habitación, Cristina Iglesias entreabre un pasadizo hacia los sueños del poeta, sobre su superficie las interminables líneas de texto se han transformado en un camino vegetal.

En el cuarto de baño de la casa, Cerith Wyn Evans proyecta un vídeo de pequeño formato que muestra un fuego artificial hecho de versos que había tenido lugar en una exposición en el MUSAC de León simultánea a la primera fase de everstill. Edi Rama, artista y alcalde de Tirana, mezcla sus dibujos con los de García Lorca en la sala de la exposición permanente de la Huerta de San Vicente y Paul Chan concibe tres collages a modo de notas a pie de página de la obra del escritor. Con la foto instalada en la escalera, “Sin título (colta por corta, er cormo por el colmo, le ponga por reponga e ilme por irme)” —un juego con palabras que Lorca y sus amigos usaban para imitar la pronunciación de uno de los miembros del grupo—, Anri Sala alude a la incoherencia entre la vida y la muerte de Lorca, mientras que Philippe Parreno, al pintar las rejas de la casa de su color original y dejar la huella de vaho permanente en la ventana, devuelve la casa al tiempo en el que fue habitada por el poeta y su familia.


El dibujo de Cy Twombly de 1965 con los versos “Verde que te quiero verde. Verde viento” recibe al visitante en el comedor de la casa. En esta obra, al igual que en la de Lorca, los contrarios se funden entre una violencia y armonía de gran belleza. Sobre el aparador se deposita cada día la nueva tarjeta postal que Tacita Dean envía a lo largo de los ocho meses que ha durado la exposición, y donde Franz West exhibe su escultura “El Inconsciente”. En la covacha, el lugar más secreto de la casa, la obra de Koo Jeong-A despide un olor fuerte a naftalina. Dominique Gonzalez-Foerster cubre la habitación del piano con su obra “Blue Carpet”, una biblioteca de 270 libros relacionados con la vida y la obra de Lorca desplegada en el suelo. El sutil llanto de “Fever”, la escultura-caja de música de Arto Lindsay, llena esa misma estancia sobre cuya pared cuelga un cuadro de Sarah Morris que representa el suelo del dormitorio del escritor. Pedro Reyes se inspira en versos de Lorca que contienen la palabra “agua” al realizar los ocho botijos de barro que llenan la alacena de la cocina. Sobre la mesa de la misma, Rivane Neuenschwander coloca un frutero de limones y naranjas secos en los que figuran grabadas las letras de un abecedario procedentes de un dibujo de García Lorca. También “Nocturno esquemático”, un dado que ha perdido sus puntos, se basa directamente en los dibujos del poeta.

El proyecto everstill, título de Douglas Gordon, ha durado nueve meses, a lo largo de los cuales se han realizado lecturas, como las de Enrique Vila-Matas y John Giorno en la inauguración de la primera fase en noviembre de 2007 y las de James Fenton y Frederic Tuten en mayo de 2008. Otros artistas han preferido prescindir de la casa, como Trisha Donnelly, quien ha realizado una actuación en el teatro del Alhambra Palace, lugar donde Lorca recitó en varias ocasiones poemas y conferencias, o como el colectivo Democracia, que ha llevado a cabo una acción de carácter político con la colaboración del periódico local Ideal. El argentino Jorge Macchi, basándose en la colección de obras completas editada por la Huerta de San Vicente, ha editado un libro en el que el texto periodístico que dio origen a “Bodas de sangre” se entremezcla con el texto periodístico que informa sobre su fusilamiento.

Por último, el cineasta Pere Portabella ha realizado la película “Mudanza”, cuya acción consiste en el vaciado de la casa de todos los muebles y objetos, no dejando más que sus muros. Esta película se ha podido contemplar durante los diez últimos días de la exposición en un cine de madera construido en el jardín mientras la Huerta de San Vicente permanecía vacía.

-Hans Ulrich Obrist



fotos (desde arriba): 1. Federico García Lorca en la Huerta de San Vicente, 1935; 2. Fotograma de "Mudanza" de Pere Portabella; 3. "In Bed with Lorca" de Gilbert & George, en el dormitorio del poeta.

fuente: e-flux

1 comentario:

Anónimo dijo...

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