viernes, 9 de septiembre de 2011

El devenir de Caldini

Caldini en el rodaje de Hachazos.

Por Daniel Gigena | LA NACION

Claudio Caldini (Buenos Aires, 1952) es un director de cine experimental casi secreto. La mayoría de sus trabajos fueron filmados en súper 8, formato que no admite copias, y a las escasas proyecciones que se hicieron de su obra asistió poca gente. Junto con Narcisa Hirsch, Marie Louise Alemann y Omar Chabán, entre otros, integró en los años 70 un grupo de cine experimental, más deplorado que visto. Luego del golpe del 76, se recluyó y dejó de filmar. Vivió en un ashram en la India y estuvo internado en un manicomio. Los últimos años los pasó, filmando poco con poco, como cuidador de una quinta en General Rodríguez. Sin embargo, conocedores de su trabajo mantuvieron vivo su nombre: fotógrafos, diseñadores, artistas, escritores y directores de cine. En Hachazos , su nueva película (exhibida en Arte Cinema y en Malba, los domingos a las 18), Andrés Di Tella filma un ensayo biográfico sobre y con Claudio Caldini. Amable, taciturno, incómodo, preciso, el director de El devenir de las piedras y el increíble himno visual Lux Taal rectifica, corrige, "encuadra" el trabajo de Di Tella. Producida por Cine Ojo, con la colaboración en el guión de Cecilia Szperling y Darío Schvarstein, una canción de Javier Martínez que reverbera con la eclosión floral, vegetal y aérea de Caldini, y las imágenes de Guillermo Ueno -especie de Thomas Gainsborough en el conurbano, con sus escenas de inminencia-, Hachazos merece ser vista por la discusión que abre acerca de los riesgos de filmar de un modo diferente y también por el aporte a la reflexión sobre lo que la sociedad argentina hace con sus artistas.

Revista ADN, viernes 9 de septiembre 2011




2 comentarios:

sonoio dijo...

caldini siempre fue un genio
hoy es bueno que vayamos tenieéndolo en cuenta
me dá mucha alegría el reconocimiento que se le da

saludos

Ariel Gerardo dijo...

MAESTRO