EXPLORACION EL DIRECTOR DE “FOTOGRAFÍAS” CENTRÓ SU FILME - QUE SE ESTRENA MAÑANA- EN LA FIGURA DE CALDINI, UN HOMBRE MISTERIOSO, ERRANTE, QUE FILMA PELÍCULAS EXPERIMENTALES EN SUPER 8 Y OTROS FORMATOS ...
CINE
Las formas alternativas
Entrevista. Andrés Di Tella. El director habla de “Hachazos”, documental sobre el cineasta experimental Claudio Caldini.
- 10.08.2011 | Por Miguel Frías mfrias@clarin.com
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Mañana, Andrés Di Tella (Montoneros, una historia, La televisión y yo, Fotografías) estrena Hachazos, documental sobre el realizador Claudio Caldini, ícono del cine experimental argentino. También, un artista olvidado. Un hombre de destino misterioso, errante. “Experimentó hasta las últimas consecuencias la ruptura de los ‘70. Sobrevivió a la dictadura. Escapó a la India detrás de una utopía y perdió casi todo, hasta la razón. De regreso a Buenos Aires, quedó en la calle. En una década, vivió en 36 lugares distintos. Abandonó el cine. Durante los últimos años trabajó como cuidador en una quinta de General Rodríguez. Tras una etapa de soledad y silencio, volvió al ruedo, con una camarita Super 8 prestada”, explica Di Tella.
¿Cómo lo conociste?
En 1976. Yo era adolescente. Fui con mi mamá a participar en una filmación de una amiga de ella: Marta Minujín. Había que enterrar, aquel año del golpe, a Marta, que estaba en bikini en una azotea. Yo tiraba la tierra; Caldini filmaba. Después descubrí su cine. Hace unos años volví a encontrarlo. Daba un curso de cine experimental. Empecé participando en el curso.
“Hachazos” no es una biografía. Incluso, parece que la hubieran hecho juntos, sin un plan previo, con cierta reticencia de él...
No fue fácil convencerlo: me preguntaba por qué quería filmar su vida, por qué de determinada manera. Hubo un cruce de estilos que dio por resultado el estilo de la película. Lo mío es la narración; lo de él, la contemplación. Las viejas filmaciones suyas funcionan como flashbacks. No estoy seguro de que Hachazos sea un documental. No había un guión ni un plan. Confié en lo que salía en el momento, no lo ahogué con planificación. Traté de que fuera un viaje de descubrimiento para el espectador.
¿Qué opinás del cine de Caldini?
Que es extraordinario. Caldini es uno de los grandes cineastas del país. Lo que logró en seis minutos, en su último trabajo, tiene una condensación poética y emocional que no sé si es posible encontrarla en otro director nacional. Hubo otros cineastas experimentales, como él, borrados de la Historia.
Junto con la película, hoy presentás un libro (en Arenales 1540, a las 19)...
Sí, va a ser una performance con Caldini y Ricardo Piglia. El libro está más cercano al carácter de un diario. Cuento cómo fueron estos encuentros; me meto más con su biografía, con su grupo, con los ‘70, años en los que no sólo había militancia política sino una eclosión de todo tipo. Esta gente no sólo hacía cine experimental. Llevaba vidas experimentales.
En tu película anterior, “Fotografías”, indagabas en tus ancestros indios. ¿Influyó el viaje de Caldini a la India en tu decisión de filmar “Hachazos”?
Fue el motor secreto. Ya me había contactado con él por Fotografías. Su viaje a la India expresa la búsqueda de utopías. No de una utopía política, colectiva, sino de una forma alternativa de vivir, de ser, de hacer y ver cine. «
fuente: Clarín
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