lunes, 16 de marzo de 2009

Lo personal es polítco


Tres rabinos van en un taxi. El primero suspira y dice:
—Cuando pienso en Dios, me digo que realmente soy muy poca cosa.
El segundo rabino le dice al primero:
—Si tú eres muy poca cosa, entonces ¿qué soy yo? Yo no soy nada.
El tercer rabino le dice al segundo:
—Si tú no eres nada, entonces ¿qué soy yo? ¡Soy menos que nada! ¡Estoy por debajo de todo!
En ese momento el taxista, que es negro, se da vuelta y les dice:
—Pero, si hablan de esa forma, si dicen que no son nada, que incluso son menos que nada, entonces, ¿qué soy yo? ¡No hay ni palabras para describirme! ¡Yo no existo!
Entonces los tres rabinos lo miran y dicen:
—Pero ¿éste quién se ha creído?

La televisión y yo tiene la particularidad de ser un documental en primera persona, lo cual podría ser una contradicción. En el documental, partiendo de mis primeros recuerdos de la televisión, voy de la historia nacional a la historia familiar, ida y vuelta, de lo público a lo muy privado. Algún crítico me dijo que le parecía un poco “temerario” exponer de ese modo mi historia personal y familiar. Yo lo interpreté como una variante invertida del “¿este quién se ha creído?” De cualquier manera, supongo que detrás de la censura a la expresión personal – tan argentina también –, detrás del miedo a hablar en nombre propio, hay una inquietud válida. ¿Por qué tiene que hablar en primera persona un documentalista?

Y es que, en una época en que todo discurso nos provoca un profundo escepticismo y difícilmente creamos en la objetividad de nadie, la experiencia personal se ha convertido en uno de los últimos refugios de la credibilidad. Hasta me atrevería a decir que hay algo de generosidad en el gesto de usarse a uno mismo como materia prima. Cruzar esa línea imaginaria que separa al documentalista del documentado es asumir un riesgo pero también permite revelar pliegos silenciados de nuestra experiencia. Dentro de nuestra cultura del miedo y la hipocresía, me parece que hablar en nombre propio y exponer la vida privada en público se convierte casi en un acto de rebeldía. Como postulaban hace tiempo las feministas: lo personal es politico.

Hay que animarse, eso sí. Una fábula hindú cuenta la historia de un hombre de horrible fealdad que atravesó a pie el desierto. Vio algo que brillaba en la arena. Era un trozo de espejo. El hombre se agachó, agarró el espejo y lo miró. Nunca antes había visto un espejo.
—¡Qué horror! – exclamó –. ¡No me extraña que lo hayan tirado!
Tiró el espejo y siguió su camino.

Andrés Di Tella


La televisión y yo
miércoles 18 de marzo 21.30hs
"No todo el cine argentino es aburrido"
Centro Cultural Pachamama, Argañaraz 22 (Estado de Israel y Pringles)

texto original publicado en Clarín, 7 de septiembre 2003

8 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja
excelente el de los rabinos
no podré asistir pero suerte! o mucha mierda!
LUCIO

Anónimo dijo...

Verónica Chen escribió:
Voy a estar en Córdoba pero ASIGNATURA PENDIENTE...

Anónimo dijo...

Cynthia Steele escribió:
Desafortunadamente me encuentro lejos, en Seattle. !Que disfruten! Me encanta el chiste sobre los tres rabinos. Cynthia

Anónimo dijo...

Jeankarla Falon Plaza escribió:
no llego a ir, pero mucha merd!! y espero verte en el BAFICI, saludos a la familia!

Anónimo dijo...

Daniel Molina escribió:
Andrés no sé si llego porque tengo otras cosas antes (y viste como todo se va corriendo y al final se acaba el día, la semana, el mes, la vida...), pero si llego o si lo intento es por vos (y por dos o tres mas) pero el cine argentino sí que es un plomazo

Anónimo dijo...

Sergio Nüñez escribió:
Gracias Andrés por la invitación, pero a esa hora trabajo.
Suerte

Anónimo dijo...

Richard Shpuntoff escribió:
No, no, Andrés! The joke is much better in the original Yiddish and there's no schvartze in the original joke ... it's the beedle of the congregation. And now that there is a schvartze in the White House and he's hired a whole bunch of Yid advisors to join him on the road to ruin you just can't make the joke that way. Besides, what three rabbis would get in a taxi driven by a black man??!! It's just all wrong.

Fotografías dijo...

Gracias a todos... los que no pueden venir! Si agradezco a los que no vienen, qué tengo que hacer con los que SI vienen...?

Dani Moli:
Conocerás el cuento: En cierta ocasión un jóven Califa le preguntó a su Gran Visir "¿Cómo podré hacer creer que sé si una poesía es buena o mala?", a lo que el Visir contestó "Decid siempre que son malas. Sólo os equivocareis una de cada cien veces".

Richard: la próxima, me lo cuentas en yiddish y yo te lo cuento en telugu, así nos reímos los dos...