viernes, 3 de diciembre de 2010

Cuando la TV era vanguardia

El impacto de la televisión en los artistas del Di Tella queda plasmado en una muestra que afronta el desafío de recrear proyectos concebidos como obras efímeras

Viernes 3 de diciembre de 2010 | Publicado en edición impresa
Cuando la TV era vanguardia
Situación de tiempo, instalación de David Lamelas, 1967. Foto GENTILEZA FUNDACIÓN TELEFÓNICAVer más fotos

Por Diana Fernández Irusta
LA NACION

Una muestra de archivo que no derive en el academicismo: tal el desafío que se propusieron Inés Katzenstein y Rafael Cippolini al encarar la curaduría de la exposición Televisión. El Di Tella y un episodio en la historia de la TV , que puede verse actualmente en el Espacio Fundación Telefónica. El objetivo, por cierto, no era fácil: recrear un período de tiempo particularmente intenso (entre 1965 y 1969), en el que varios artistas del Instituto Di Tella incorporaron el dispositivo televisivo en indagaciones que, en su mayoría, redundaron en obras efímeras:performances , happenings e instalaciones de las que apenas quedaron testimonios materiales. "Decidimos no reconstruir las obras -explica Katzenstein-. Lo que intentamos hacer fue restituir lo que habían sido."

La opción es comprensible. Muchos de esos trabajos -concebidos para interactuar con un específico marco temporal y espacial- devinieron en emblemas de una época y de un modo de entender el vínculo entre el arte y la vida que pondría en cuestión cualquier intento de reconstrucción más o menos puntillosa ("en algunos casos preferís el mito que las sobrevivió", bromea la curadora). Pero el hiato también es tecnológico: la mayoría de los equipos televisivos utilizados cuatro o cinco décadas atrás hoy, sencillamente, no existe.

El importante trabajo curatorial deriva, entonces, en dos grandes ejes. Por un lado, la participación de tres artistas invitados (Jorge Macchi, Miguel Mitlag y Andrés Di Tella), que dialogan con el fenómeno televisivo y su impacto en el imaginario expresivo de los años 60. Por el otro, un montaje que, a su modo, propone la inmersión en una época (entre otras cosas, gracias a una selección de emisiones televisivas datadas en ese entonces, cedidas por un coleccionista privado), en un entramado discursivo y en los planteos de obras cuyas huellas pueden rastrearse a partir de la exhibición de diversos documentos ( storyboards , registros mecanografiados o manuscritos, notas administrativas, recortes de prensa), la grabación del testimonio actual de sus creadores y maquetas especialmente realizadas para la muestra por estudiantes de arquitectura de la Universidad Di Tella. Estas últimas, visibles en monitores de televisión, establecen una suerte de doble distanciamiento: no vemos la obra original sino su recreación plástica, así como tampoco vemos la maqueta real sino su fantasma electrónico.

La herencia del Di Tella

Entre los proyectos ¿recreados? ¿citados? ¿evocados?, se encuentran Simultaneidad en simultaneidad , acción de Marta Minujín que transformó el Instituto Di Tella de la calle Florida en un estudio de televisión, y ese ícono de la experiencia pop que es La Menesunda , creación conjunta de Minujín y Raúl Santantonín que incluía un circuito cerrado de TV. El visionado de un film de Leopoldo Maler permite acercarse un poco más a lo que pudo haber sido aquella experiencia de mediados de los años 60.

En otro sector de la muestra, la lucidez presente y pasada de Roberto Jacoby reenvía a la conjunción de inquietud sociológica y pulsión artística. La reflexión sobre los circuitos de comunicación masiva aparece citada tanto en el manifiesto Un arte de los medios de comunicación (firmado en 1966 por Jacoby, Eduardo Costa y Raúl Escari) como en los documentos ligados al Happening para un jabalí difunto , falsa crónica (con fotografías de celebridades incluidas) de una experiencia artística que, a través de los medios, generó la construcción informativa de un hecho que nunca había ocurrido. También está la referencia aSituación de tiempo , instalación con notoria influencia del videasta coreano Nam June Paik que David Lamelas realizó en 1967. Entre las "perlas" de archivo se encuentra la misiva que Enrique Oteiza, director del Instituto en ese momento, le envió a Julio Llinás, gerente de promoción y publicidad de Siam Di Tella, en la que le solicitaba los 17 televisores que requería la obra de Lamelas.

El impacto cultural de la televisión también emerge en Mr. Músculo , de Jorge de la Vega, y en dos obras de técnica mixta realizadas por Luis Felipe Noé en esa misma época: Nuestro señor de cada día (con el rostro de Cristo enmarcado en un monitor) y Understanding TV (pieza que asume la pantalla catódica como una superficie ambiguamente refractaria).

Invitado a la exhibición y con unos cuantos puntos en común con el tema propuesto, el cineasta Andrés Di Tella presenta una instalación que homenajea la figura de Marta Minujín a la vez que ancla en la propia historia del realizador. La articulación es simple: hay dos pantallas enfrentadas; en una, un primer plano de Minujín; en la otra, un zapping televisivo. Mientras el flujo mediático alterna ficciones, titulares catástrofe, dibujos animados, asesinatos, conflictos sociales y proezas deportivas, el rostro de la artista -el reflejo del monitor asomando por detrás de sus anteojos- permanece impasible. ¿El efecto anestésico que tanto crítico cultural pronosticó ante la avalancha de imágenes?

Miguel Mitlag, otro de los artistas invitados, retoma ciertos lineamientos de la obra de Lamelas -Situación de tiempo- para aludir a la repetición perceptiva por medio de una situación escenográfica (el montaje de tres esquemáticos estudios de TV).

Finalmente, Jorge Macchi, al centrar la mirada en las páginas web que rastrean la decadencia del equipo de rayos catódicos (con fotografías de televisores rotos o arrojados en basurales), pone el acento en una cuestión de estricta actualidad: la "caída" de la imagen electrónica y su anunciado relevo a manos del formato digital. En todo caso, un anclaje en sintonía con una exposición que, más allá de la cita y el homenaje, también representa un punto de partida para nuevas indagaciones sobre la imagen y su circulación masiva.

Ficha. Televisión. El Di Tella y un episodio en la historia de la TV , en el Espacio Fundación Telefónica (Arenales 1540), hasta el 18 de diciembre.

http://www.lanacion.com.ar/

3 comentarios:

Karmen Sojo dijo...

Consegui el dvd en la esquina de Corrientes y vi us 2 peliculas ...
Me gustaron mucho, y funcionan muy bien juntas . Me pregunto y me da curiosidad ahora que vas desalojando el baul de cuestiones familiares que estaras haciendo?? tus recorridos iluminaron algunos de mis caminos.....temas de pertenencia/no pertenencia , el arraigo/desarraigo, la identidad y la tradicion, la necesidad de establecerlos para crecer y la necesidad de trascenderlos para crecer, el encuentro/desencuentro de culturas ....
Este año viaje a la India por segunda vez , asi como la primera vez, por azar, asi como quien casi no lo elige sino que India te elige a vos y te obliga a relacionarte con el misterio y para eso no hay palabras, te deja en silencio . Tal vez tiene eso la India ...se escapa de nuestra lógica ....me imagino extraña mezcla se debe sentir y tal vez por eso el miedo a lo desconocido en tu adolescencia emvestido de rechazo .
Me estoy embarcando en nuevos proyectos y me gustaria hacer cine ya veremos ... disfrute mucho tus recorridos.Gracias
Fuerza en lo que estes haciendo,
Carmen

Fotografías dijo...

Karmen; qué bueno, gracias. Si te interesa ver en qué ando, no tienes más que darte una vuelta cada tanto por aqui:

Robertino Granados dijo...

Con David lamelas trabajamos en el Di Tella en los dorados sixties. Su obra tiene sencillez y significación. No more man. Un artista to much.
Salutti querido Davos y Andrés.