La otra noche llegamos de vacaciones, en el ferry, pasada la medianoche, y aunque exhaustos, no podíamos dejar de pasar a darle un abrazo, por su cumpleaños número 70, a Edgardo Cozarinsky. Ahora acabo de recibir la foto del abrazo, tomada por Sebastían Freire, donde se advierte el cansancio de la hora, visible en mis anteojos rotos y en los restos del maquillaje con que Edgardo se "caracterizó" como El Guasón (el rouge se debe a chupones que Edgardo condenscendió a recibir de sus amigas).
No lo veo tanto como quisiera, pero la presencia de Edgardo en Buenos Aires es una íntima fuente de felicidad. En primer lugar, por lo estimulante (y divertido) que es hablar con él y por los descubrimientos a los que te abre. Todavía me dura la revelación que me produjo en su momento (¿hace veinte años?) La guerra de un solo hombre, su extraordinario ensayo documental sobre la ocupación nazi de Paris que hace poco "rescatamos" en Princeton. Y Edgardo siempre recuerda que fue a partir de la retrospectiva de su obra cinematográfica que yo programé en uno de los primeros BAFICI que empezó a entrar en contacto con un público nuevo y con otras generaciones, después de haber pasado "un par de décadas" en Paris, en cierto aislamiento.
Por su obra polimorfa y por su múltiple e imparable actividad, como novelista y ensayista, cineasta, dramaturgo y director de teatro, regisseur y actor, milonguero y charlatán, etc, es un ejemplo para mí y, calculo, para muchos.
Rescato de los "archivos" de Fotografías el comentario que dejó Edgardo a una entrada mía, que también reproduzco parcialmente:
En el prólogo de Anatomía de la Melancolía de Robert Burton, que me compré hoy motivado por el comentario del lunes de Germán García, encuentro esta definición: Freud consideraba a la melancolía un estado de duelo indefinido en el cual no se logra determinar qué es lo que se ha perdido.
Publicado por Fotografías en 28.8.08
1 comentarios:
Edgardo dijo...
¿Qué es lo que se ha perdido? Todo. Creo que el mero hecho de vivir es ir perdiendo: la inocencia (leer, si se quiere, las ilusiones, sobre uno mismo en primer término), los seres queridos, el tiempo, la vida... Por eso la única manera de combatir la melancolía es evitar la nostalgia. Nada de lamentar lo que se fue, en cambio trabajar sin parar: para llenar los días, la cabeza, ¿el corazón? Lo único que me anima proponer este remedio es haber llegado muy activo a los 69 años de edad con un catálogo de perdidas enciclopédico.
El correo que me trajo la foto dice, simplemente: "Gracias por acompañar al Guasón".
9 comentarios:
dónde, cómo y cuándo se pueden ver las películas de Cozarinsky?
LUCIO
Un Jocker de antología !!!
Joker? Yo siempre me confundo al Guasón con El Acertijo...
Y hablando de "antología" estamos todos esperando la salida del "pack Cozarinsky" en dvd. Malba?
En realidad, que yo sepa, por el momento no hay casi nada disponible en dvd de Cozarinsky, salvo "Ronda nocturna", su última película de ficción. Hay que estar atento a funciones especiales, retrospectivas, etc.
y ojalá que en ese ciclo programen Tanger.
El acertijo era el que tenía el traje con un signo "?" pintado (the riddler?)
Me parece que lo voy a tener que volver a programar yo... no sé dónde...
en Canasta !!!
La guerra de un solo hombre es una de mis películas preferidas... Es simplemente alucinante que su obra se conozca tan poco.
Edgardo tampoco es precisamente un "desconocido" por estas partes. Se ha vuelto más conocido como escritor que como cineasta, eso sí. Quizá sea esa la faz más representativa de su actualidad, de hecho su producción literaria de los últimos años es impresionante.
Y, como digo al pasar en el post, su personalidad artística es increíble por lo multiforme y polimorfa. Desde "Ronda nocturna", su última película, no sólo publicó tres o cuatro libros (novela, cuentos, ensayo, relato autobiográfico...), sino que escribió y dirigió una obra de teatro, "Squash: escenas de la vida de un actor" y protagonizó otra como actor y sujeto, "Cozarinsky y su médico", dirigida por Vivi Tellas. Y cada tanto nos sorprende con algo. Sé que, entre otras cosas, tiene entre manos una ópera con música del bandoneonista Pablo Mainetti...
Pero, sí, "La guerra de un solo hombre" merece ser vista una y otra vez. Para mí fue muy importante en su momento --hace veinte años-- y, al volver a verla, pude comprobar que sigue ejerciendo todo su poder de fascinación.
Insisto, Andrés: cuándo armás un nuevo ciclo Cozarinsky?
LUCIO
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