viernes, 19 de diciembre de 2008

Lista 7


2. Z32 de Avi Mogravi (Israel, 2008)

Otro documental (perdón…) que pone en juego el valor del testimonio y, al mismo tiempo, nos hace pensar acerca de la responsabilidad que le cabe al que recibe el testimonio: la responsabilidad del propio cineasta y, por derivación, la del espectador. En este caso, se trata del testimonio de un ex soldado israelí que quiere ser perdonado por su participación en una matanza, por pura venganza, de un grupo de palestinos. En escenas de increíble intimidad (foto arriba), la novia del soldado cuestiona su presunto arrepentimiento. Lo que permite tamaña intimidad es que están solos con la cámara. (“¿Está grabando? ¿Está bien el cuadro?” pregunta ella mientras ajusta la cámara al comenzar la película). Pero, sobre todo, porque su identidad se haya preservada por arte digital: primero, con una variante del típico blur, después con una especie de máscara que nos permite ver ojos y boca y, finalmente, en una vuelta de tuerca prodigiosa, con… ¡otro rostro! Una auténtica expresión, en términos cinematográficos, de lo siniestro, esa confusión entre lo extraño y lo familiar, entre lo ajeno y lo propio, de la que hablaba Freud. El culpable es otro, el soldado que se confiesa, pero el efecto de semejante intimidad es que nos sentimos implicados en el crimen, casi cómplices. En el medio, Mograbi reflexiona sobre su propia responsabilidad… cantando con una pequeña orquesta en el living de su casa: “¡Oy vey! ¡Estoy ocultando un asesino! ¡Oy vey! Mi mujer me dice: no hay perdón para un asesino. ¡Oy vey! ¡Y yo lo encuadro en mi film!”

Vista en octubre en DocLisboa. Exhibida en Doc Buenos Aires, con presencia de Mograbi.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Se volverá a dar entre nosotros?

Muy buen blog!

Lucio

Fotografías dijo...

Gracias Lucio. Probablemente se repita en el BAFICI, en abril, aunque sin Mograbi...

Pérez García dijo...

Ví la película en un pase bastante privado que hizo Mograbi aquí en Barcelona, antes de Venecia. Me emocionó mucho, ya que creo que es la primera vez en que Mograbi puede preguntarse de verdad sobre las "causas" del enemigo. En sus películas anteriores (o por lo menos en las que yo ví) su furia o se expresaba abiertamente o hacía uso de una ironía y un desprecio que resultaban casi más chocante que sus gritos.
Aquí, como el soldado podría ser su hijo, la angustia que la película emana es mucho más intensa.

Fotografías dijo...

Sos Lupe, no? Creo que no nos hemos conocido "personalmente" pero, por tu película, es como si te conociera. Me gustó mucho por cierto. Andás en algún proyecto?

La película de Mograbi es extraordinaria, quizá la mejor que haya hecho, lo cual no es poco decir... Ese final, cuando la novia del soldado se queda callada, como pensando en lo que acaban de hablar con su novio, como si ya no tuviera palabras, es uno de los finales más impactantes que tenga en la memoria. Se lo dije a Mograbi en Lisboa, donde vi la película. En Lisboa se produjo una pequeña discusión en torno de la película: se habló mucho de los aspectos formales de la película, de las "máscaras" digitales, de la orquesta de cámara en el living, etc, y alguien dijo que esa era justamente una prueba de que la película fracasaba, en la medida que el "arte" de Mograbi distrae la atención del planteo ético que se supone está haciendo, tanto en lo que concierne al soldado como la responsabilidad del propio Mograbi (y por extensión, la del espectador) en la situación presentada. Yo no sé si estoy de acuerdo, pero la discusión me dejó pensando, al igual que la película.

Me gusta tu idea de que el soldado podría ser su hijo.

Pérez García dijo...

Sí, soy yo, me alegra que te gustara la película, a mí, como debe ser supongo, cada día la quiero más pero me gusta menos... ;)
En los festivales de documental es un razonamiento repetido aquello de que el arte de la obra distrae la atención del problema, sea este ético, moral o histórico. Y es en ese momento en el que yo empiezo a discutir a grito pelado: Pero si la subjetividad ambigua y humana de Mograbi es lo que hace que su cine sea universal! Si esa mirada entre aterrada y compasiva es lo que diferencia una vulgata pacifista de una obra descarnada!
Contestando tu pregunta, estoy con un proyecto histórico sobre las invasiones inglesas, después te envío un mail y te cuento detalles para no aburrir en el blog.By the way, muy bueno el blog!

Fotografías dijo...

Tenés razón, Lupe, y estoy de acuerdo que cuando se empieza a discutir de FORMA en el documental hay gente que se pone nerviosa, como si fuera algo vergonzante, sólo justificable en función de otra cosa mucho más importante...

Qué bueno que te interese el blog. Como habrás visto, últimamente estoy tratando de que me lo escriban otros... A propósito, si tenés ganas de escribirme una "carta de Barcelona", o lo que sea, estaría buenísimo.

Las invasiones inglesas! Uau. Tengo un amigo que es uno de los mayores especialistas en el tema, si te interesa.