jueves, 28 de agosto de 2008

Melancolía



Le pregunté a Germán García si Macedonio Fernández estaba loco. Germán había tirado la pregunta, pero la había dejado como tal, sin respuesta, en el documental sobre Macedonio que hicimos con Ricardo Piglia hace ya más de diez años. Ahí contaba, por ejemplo, que Macedonio se encerraba en un ropero para escribir, iluminado por una vela, porque decía que era fotofóbico. Aproveché que Cecilia nos había invitado a ambos a una charla posterior a la proyección de la película la otra noche en la Biblioteca Güiraldes de la calle Talcahuano. "Yo creo que era un melancólico", me contestó Germán, que es seguramente quien mejor conoce a Macedonio de los que no lo conocimos. Hace muchos años hizo un libro de entrevistas con todos los "viejitos" que habían conocido a Macedonio, desde Borges hasta el Mono Villegas. También escribió el primer libro crítico sobre Macedonio. Germán es a la vez uno de nuestros más eminentes psicoanalistas lacanianos, con la inestimable ventaja de que sabe disimularlo.
-Y ojo que digo melancólico sin que sea un estigma-- aclaró. -O una forma de dar a entender que estaba enfermo, como sería decir que era un depresivo, digamos. Y no está claro si ser melancólico cae del lado de la psicosis, con lo que sería incurable, o por el contrario, si sería una simple neurosis, que es lo que tenemos todos. También creo que escribir es de alguna manera un acto melancólico. Acá en esta mesa está este vaso.
Con una mano, Germán retiró el vaso de la mesa.
-Escribir es hablar de ese vaso que ya no está, por eso digo que escribir es, de por sí, un acto melancólico. Después podemos discutir si la melancolía es una forma de la locura. Pero a mí me parece que sólo hay locura si estás solo. Si hablás solo y nadie te entiende, entonces se puede decir que estás loco. Si hay alguien que te entiende, que cree en lo que estás diciendo, ya no hay locura.
-O sea que Maceonio deja de estar loco en la medida que alguien lo lee?
-Si son dos, no hay locura.

7 comentarios:

veronica dijo...

ya que te gusta el Mono Villegas...no puedo subir el archivo...te lo mando por mail

Fotografías dijo...

Lindo lo del Mono. Gracias, Vero, creo que sos prácticamente la primera persona de carne y hueso que postea en este blog, si esto es un blog. Pero creo que usé mal el verbo "postear", lo cual ya me delata como el intruso que soy en la blogosfera...

Por lo mismo, me superó el intento de subir el audio que me mandaste del Mono Villegas tocando el piano y charlando. Los demás, si es que hay alguien ahí, tendrán que imaginarselo.

Fotografías dijo...

A pedido de Cecilia, y a modo de homenaje de nuestro gurú Daniel Link, cambié el look del blog, a ver si ahora leerlo deja de producir dolores de cabeza...

Firbinski dijo...

Muy linda entrada.

Alejandra Almirón dijo...

Creo que podemos estar locos aunque tengamos interlocutores. Cuando estamos solos, somos unos infelices nomás.

Fotografías dijo...

Ale, es que quizá lo que se entiende por locura sea, simplemente, infelicidad. Cuando la locura se comparte, qué carajo importa...

Fotografías dijo...

Y muy linda la foto, Paul, ¡que es tuya!