por Sergio Wolf
Cuando César Aira aceptó ser jurado del BAFICI 2010, uno de los programadores me dijo: "Vamos a ver qué novela escribe sobre el BAFICI". Promediando el festival, me crucé con Aira y, un poco en broma, le conté la anécdota: "Ya la empecé a escribir", me dijo. Unos meses después, le propuse que me dejara leerla y le dije que tal vez el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad le interesaría editarla en el marco de publicaciones del BAFICI. Me parecía incréible ese ida y vuelta de/hacia/entre/desde el Festival, una experiencia nueva e insólita.
Pero, felizmente, Festival no es sobre el BAFICI, sino sobre un festival de cine independiente. Y si bien un festival de cine independiente tiene como centro -casi, se diría, por definición- la obsesión por el estilo, éste que inventa César Aira se ha concentrado en un cineasta llamado Steryx, de quien se desconfía que tenga un estilo, y es quizá por eso que se le consagra la primera retrospectiva completa, como una manera de refutar esas dudas. Exacerbando los tics y marcianizando -o marxianizando- los estereotipos de un festival, construyendo un relato en el que el despedazamiento de astillas realistas origina una ficción que bien podría ser el argumento de un nuevo film de Steryx, en Festival no es que Aira se haya ocupado del cine independiente, sino que el cine independiente ha sido ocupado por Aira. Si antes de leer Festival sabíamos que vivir un festival de cine independiente era entrar en un micromundo ridículamente alucinado, después de leerlo podemos confirmarlo, y también decir que, si estos fesrtivales no existieran, César Aira podría ser su más perfecto, salvaje e irónico creador.
1 comentario:
Perlas de Aira de ayer: "Todas mis novelas se llaman con el nombre que le pongo al archivo de la computadora"; "yo soy de los que no conciben que el director favorito de alguien pueda no ser Hitchcock". A la pregunta de Wolf "cine argentino, ves?" respondió categóricamente "No".
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