Le hablaba esta tarde a mi amigo Cancio de mi “método” de las tarjetas. Como se sabe, una de las diferencias básicas entre la ficción y el documental es que en la ficción el guión se escribe antes del rodaje mientras que en el documental se escribe después. En mi nueva película, con el rodaje concluido, estoy en la etapa previa al montaje, tratando de armar estructuras hipotéticas. Es decir, empiezo a escribir la película. Lo que hago al ver el material es hacer una tarjeta para cada escena o situación. Después, las distribuyo sobre la mesa, probando distintos órdenes, a ver qué dibujo aparece. Esto, por alguna razón, es mucho más fácil de ver con tarjetas sobre una mesa que en la pantalla de la computadora. Una vez que aparece un orden posible, lo desarmo y empiezo a barajar las tarjetas al azar, para romper con ese orden, demasiado lógico, y ver si el azar me ofrece soluciones que la razón no puede vislumbrar. Como resultado de este proceso, en este momento la película podría ir en cualquier dirección. Confieso que me encuentro totalmente perdido. Pero sé que cuando empiece a trabajar concretamente en el montaje, el mismo material empieza a indicar lo que funciona y lo que no. Y este trabajo previo me permite manejar distintas hipótesis.
Cancio me retrucó con el método de Brian Eno, que él llama “estrategias oblícuas” y que, según entendí, consiste en ir sacando al azar cartas con instrucciones que van guiando el proceso, por ejemplo, de grabar un disco o de hacer canciones o… de compaginar una película. Sale una carta que dice: “Usá menos notas”. Y eso es lo que hay que probar. Después, otra: “Cortá una conexión vital”. Hay que interpretar qué implica en tu trabajo y tratar de hacerlo. Otra: “humanizá algo que no tenga errores”. Se entiende. Otra: “Consultá otras fuentes, tanto las que parezcan prometedoras como las que no parezcan prometedoras”. Me deja pensando en cuáles podrían ser esas otras fuentes y, en todo caso, cuáles son las que estoy usando. Otra: “Hacé algo aburrido”. Se puede interpretar como un buen antídoto a la tentación de "hacerse el interesante". O, por el otro lado, como forma de descubrir algo en las tareas menos estimulantes del trabajo artístico. Por ejemplo, en mi caso, se me ocurre una: volver a ver el material que ya viste. Y otra: "Descubrí las recetas que estás usando y descartalas”. Otra: “Usá un color inaceptable”. Otra: “Da lugar a tus peores instintos”. Otras: “Enfatizá las diferencias”. “Mirá con atención los detalles que más te dam vergüenza y amplificalos”. “Honrá tus errores como intenciones ocultas”. La que más me gustó: “Ahora tomate un descanso”. Y otra simpática: “¿Qué haría tu mejor amigo?”. Etcétera.
“Estas cartas surgieron a partir de observar los principios que guiaban nuestro trabajo”, explica Eno. “A veces, las reconocíamos retrospectivamente (el intelecto alcanzando la intuición), a veces las identificábamos en el momento en que se producían, a veces se formulaban como tales. Se pueden usar como una baraja (una serie de posibilidades constantemente revisadas) o sacando una carta individual del mazo mezclado cada vez que surja un dilema en una situación de trabajo. En este caso, hay que confiar en la carta aunque lo que dice no parezca lo más apropiado. No son definitivas, en la medida que a partir de ellas surgirán otras ideas, y otras más se harán evidentes”.
Mas detalles aquí: http://www.eno-web.co.uk/
28 comentarios:
No sabía que el doc se escribe after! Pero conservo las tarjetas de mis largometrajes (escritos no rodados)... y qué divertido lo de Eno.
Nos decía una profe "La trama es un pez, el guión la red para pescarlo." No sabemos como es el pececito... hasta que todo encaja y de repente lo subimos a la luz.
Otra es el I-ching, aunque yo lo reservo para el momento de mayor desesperación...
Estoy en medio de otra "Carta desde Barcelona"que justamente trata sobre las virguerías que hago mientras pienso una película para sentirme que estoy trabajando, que sigo en el camino correcto, cuando resulta evidente que no tengo ni idea de lo que estoy haciendo.
Andrés, es muy buen título "El hombre que duerme" porque podría estar soñando, aunque se parece al "sleep" de A.W. Una película de Robbe Grillet se llamaba "El hombre que miente". John Cage aconsejaba "Una constelación de ideas. Por lo menos cinco".
Un abrazo
Claudio: "El hombre que duerme" fue uno de los títulos que tiró uno de los chabones del tren entre General Rodríguez y Moreno. Es un lindo título, aunque nos ganó de mano Georges Perec.
Girl: en realidad, lo lindo que tiene el docuemntal es que no hay ninguna regla. Antes, después, durante: en realidad se escribe todo el tiempo sin parar. Y al final, no se termina sino que se abandona...
Linda la imagen del pez y la red.
Diario: aguardo correspondencia entonces..
Te paso unas entrevistas a los integrantes de Coldplay. Mientras estaban grabando el último CD y estaban con las tarjetas, Eno llevó al estudio un hipnotizador para que escribieran con un poco más de libertad.
Chris Martin:
"Es muy bueno para incorporar cosas. Un día trajo ¡un hipnotizador! Trabajar con él es un poco como ir a la escuela, porque lo veíamos como a un maestro, entonces esperábamos qué iba a decir. Otra cosa que trajo Brian, y que fue central, fue que nos hizo sentir liberados. No sentimos ninguna carga de expectativas, ni de nuestro pasado. Incluso ni siquiera de nuestro futuro. Eso fue muy agradable."
http://www.coldplaying.com/forum/archive/index.php/t-53047.html
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-3458-2008-06-25.html
lo de eno - imperdible !!! y si adhiero a dejar todo librado al azar , por un tiempo soltar todo aver que pasa ...
a mi tmb se me ocurrió el i ching, nunca lo usé. una vez el tarot: me destrabó.
Cancio: gracias por más data. Igual, confieso que yo pensaba que los de Coldplay estaban SIEMPRE hipnotizados. A lo mejor Eno llamó al hipnotizador para SACARLOS de su estado habitual...
Pero sí, ¡vamos con el azar! ¡A desconfiar de nuestras "mehores intenciones"!
El tarot... ¿eso no era para saber el destino? En una época sabía tirar las cartas del tarot y todo. Muy divertido. Pero después se me olvidó, como tantas cosas...
Adhiero con fervor a las estrategias oblicuas, creo que en su diario dice que cuando uno tiene certeza de estar haciendo algo genial debería intentar hacer lo contrario, al I ching le tengo miedo, sabe demasiado y uno ya no puede engañarse para estar tranquilo.Más que un hipnotizador los de Coldplay necesitan un Otorrinolaringólogo, sin ofender a nadie claro.
Es cierto Andrés, los Coldplay son sordos y viven Hipnotizados, pero si este es el mismo hipnotizador que usó Chris Martin para enamorar a Gwyneth Paltrow, creo que tendriamos que cosiderarlo más seriamente.
¿quedaron grabadas las voces de ese viaje en tren? Teníamos solo el sonido de cámara.
sí Caudio, solo hay sonido de camara,
una pena.
los coldplay, SIEMPRE hipno.... jajajajaj
el tarot para mi funciona a muchos niveles - te hablo de los arcanos mayores - tengo entre varios decks uno de la famiglia Sforza, renacentista, y justamente estaba guionando sobre Caterina Sforza... et voilá. (extrañamente había comprado ese deck años antes de empezar a hacer cine)
Ojo que el sonido de cámara brinda sorpresas. Hubo además una seguidilla de comentarios, todos invaluables.
Lo que me gustó de las voces de los otros pasajeros del tren es que parecían comentarios de espectadores de una película terminada mientras la estábamos filmando.
Quiero leer el libro de Georges Perec. Quiero ser Un hombre que duerme.
Sí, Claudio, ¡exacto! Por eso, creo, se me ocurrió la posibilidad de empezar la película con esa imagen: vos dormido en el tren, entre los brazos el bolso hindú con tus películas, y fuera de cuadro los comentarios de los chabones: "¿cómo se llama la película?" "¿El hombre que duerme?" etc. Como si fueran espectadores, pero DENTRO de la película.
"El hombre que duerme" es una PELICULA de Perec. La tengo pero todavía no la vi... Después te la paso, si te interesa. Ultimamente estuve leyendo todo lo que conseguí de Perec. No sé si leiste "Yo recuerdo" que es la versión que hizo Perec del "Yo me acuerdo" de Joe Brainard que yo te presté. Es interesante comparar lo que hizo uno y el otro, en un formato casi identico.
Y por supuesto tiene razón Piedranegra al decir que el sonido de cámara brinda sorpresas, asi como todo lo que una ha grabado -imágenes y sonidos- sin querer.
¡brindemos por el error y lo involuntario!
Y Ueno:
"cuando uno tiene certeza de estar haciendo algo genial debería intentar hacer lo contrario"
Por suerte -o desgraciadameente- nunca tuve necesidad de seguir el consejo de Eno en esto...
Andrés, sí, leí el libro de Brainard, ¿te lo devolví?
Contame cuando veas la película de Perec.
Claudio: te voy a pasar el libro de Perec, si no lo leíste, seríq interesante charlar sobre las diferencias. Creo que sí me lo devolviste, aunque en este momento tengo todo dado vuelta en casa y encontrar un libro sería como sacarme la lotería... ¡pero prefiero sacarme la lotería!
Perdón por el debate retrasado. Pero retomo lo de girlontape: No sabía que el guión se escribe after!
No entiendo si en tu obra consideras que la etapa mas autoreferencial (fotografías, la tele y yo) es diferente de la iniciática (desde Reconstruyen, pasando por Montoneros) que tenían guión (de Picún Barandalla) ¿De verdad crees que el documental se escribe en el montaje? ¿Sólo allí? Es una posición sobre el documental o sobre tu método? me interesa sobremanera el tema. Y por supuesto. quien no tiene las tarjetitas de sus procesos guardadas en algún lugar!!!
Gustavo: la regla número uno es que no hay reglas, obvio. Lo de before y after es una simplificación. Pero lo cierto es que, en mi experiencia al menos, el verdadero trabajo de escritura fina del guión de un documental -de mis documentales, de todos, empezando por los que hacía con Pícun Barandalla, donde jamás tuvimos un "guión" previo- empieza con el montaje. Eso no quiere decir que no haya un guión before el rodaje, casi siempre lo hay, pero no es más que un punto de partida.
Eso se ve en la práctica: en la ficción, un montajista en principio puede -y suele- empezar a trabajar sin el director al lado, simplemente con el material que le va llegando, con el guión de referencia o "manual de instrucciones". Eso, en el documental, es casi impensable. Cómo traducir un "guión" documental en un montaje concreto tiene mil y un interpretaciones. Todo esto, igual, es relativo, desde ya.
En realidad, al final, el documental se escribe antes, durante y después del rodaje. jajaja
en fin, da para una discusión más extensa...
A propósito, Gustavo, me encantaría ver tu doc sobre los psicoanalistas.
Andrés: te haré llegar mi doc Rompenieblas , sobre los psicoanalistas. De algún modo, allí está éste embrollo, ya que hay un personaje al que le encargan ese doc y no sabe que hacer con el tema.
El tema me interesa porque básicamente me dedico al guión... de documentales... que otros hacen en primera persona!!! Muchas veces porque su propio pudor o su historia les impiden poder bajar a papel lo qure quieren contar.
Pero por supuesto, ésto debe ser un invento de los fondos de financiamiento, no? Creo que sin Jan Vrijman e Ibermedia, e incluso sin lo que ayudamos a crewar en el INCAA el trabajo de guionista de documentales no existiría, tal vez. Me encanta ésta discusión.
Pregunta: Cómo se hace para ver Prohibido?
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