lunes, 16 de mayo de 2011

formato obsoleto (7)

La noticia del cierre de la última fábrica de máquinas de escribir, en la India, nos puso nostálgicos por otro formato obsoleto más.

Patricia Highsmith, ejercitando dos formatos obsoletos a la vez (máquina y pucho).

Philip Roth. Portnoy se lamenta.

William Faulkner. Hollywood, 1940. Escribir sin camisa y... sin papel.

John Cheever. El nadador.

Martin Amis. Epoca Mod. La lettera 22? Yo también tuve una.

Françoise Sagan, cómoda.

fuente de las fotografías: http://www.guardian.co.uk/


8 comentarios:

andrea guiu dijo...

Digno homenaje Andrés. Yo tuve una Olivetti, preciosa, liviana, que era de mi viejo, él me la regaló cuando empecé a escribir mis propias historias. Gracias por convocar ese recuerdo. Un abrazo

Firbinski dijo...

Muy lindo. Yo también tuve una Olivetti Lettera 22, que era de mi padre, pero todos la usábamos en casa. Recuerdo mucho las excusas escolares que mi viejo redactaba en un minuto y que yo tanto admiraba... Abrazos.

Lucio dijo...

buenísimas

Gustavo López dijo...

Me parece que también se conecta con tu entrada acerca de On the road:

A retro-futuristic marvel!

Fotografías dijo...

Parece que somos todos "hijos de la Lettera 22"... ¡viejos chotos!

Muy buena la "retro-futursitic marvel", Gustavo. ¡Qué no inventan estos gringos! (diría Linkillo)

Linkillo: cosas mías dijo...

Una de las cosas para mí más indignantes de Sex & The City fue siempre el modo en que Carrie Bradshaw se las arreglaba para escribir en las posiciones menos aptas para la producción escrita, con la laptop (o la mac) siempre en delicado ejercicio entre una cornisa y un zapato.
Veo ahora la foto de Françoise Sagan y la considero un antecedente de esa perversión de las constumbres literarias e, incluso, una justificación imaginaria (se trata de imágenes) de por qué las mujeres después terminan quejándose de que no las toman en serio los Barones de la literatura. Primero hay que tomarse en serio la relación con el instrumento. Salut, amigo!

Fotografías dijo...

Fijate, Dañel, con qué dedo tipea Françoise y está todo dicho...

Linkillo: cosas mías dijo...

¡Qué françosidad!