La más grande de ellas, en todo sentido: Rosita Szperling, haciendo de las suyas, como en sus tiempos de actriz aficionada en Rosario, émula de Berta Singerman.
Su hija Cecilia, que declamó un texto aprendido de Rosita, tomó la escalera por balcón en una inspirada performance evitista.
¿Que es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
Mi amante besóme las manos, y en ellas,
¡oh gracia! brotaron rosas como estrellas.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
Mi amante besóme las manos, y en ellas,
¡oh gracia! brotaron rosas como estrellas.
Que me digan loca, que en celda me encierren
que con siete llaves la puerta me cierren,
que junto a la puerta pongan un lebrel,
carcelero rudo carcelero fiel.
que con siete llaves la puerta me cierren,
que junto a la puerta pongan un lebrel,
carcelero rudo carcelero fiel.
El honorable escucha atento. Jóvenes y muy jóvenes.
Y extremadamente jóvenes.
Como colofón de la velada, un impactante cuarteto de mujeres en burka saltó al escenario para bailar y gritar junto al gran músico "experimental" Alan Courtis, que tocaba el bajo o la guitarra, y a un señor que golpeaba una chapa con un martillo. Recordé que alguna vez se dijo que los Beatles hacían "música estridente".
4 comentarios:
Soy fan de la extrema juventud.
yo fui
hagamos el rankink de declamacion ya
Tommy: iba a poner algo de "jóvenes de espíritu y jóvenes de verdad" pero recapacité... de ahí, de ese gesto de caballerosidad (self-serving), salió lo de extrema juventud...
A ver fras, tu rating por favor...
uh! Cuánto hace que no escuchaba la palabra "declamadora".Habría que explicarselo a la gente demasiado joven. Hay gente demasiado joven? Martha Silva
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