lunes, 29 de junio de 2009

Entre la selva y el río


En el contexto de la inauguración de la exposición de pinturas de Ramón Ayala, Marcos López filmará una escena de su documental sobre la vida del mítico artista misionero, incluyendo actores, público en general, poniendo en juego elementos dramáticos y escenográficos de puesta en escena donde se desdibujan los límites entre lo teatral, el documental clásico, el video art, el cine de ficción, el happening propio del pop art, y una perfomance de arte contemporáneo. Al mismo tiempo, se mostrará al público un avance de 15 minutos de este proyecto, que recién está comenzando... Más datos en www.poplatino.com/ramonayala

por Marcos López

Ramón Ayala es músico, compositor, poeta. También dibuja y pinta. No para de crear. Cuenta su esposa, María Teresa, que a veces en la madrugada, Ramón semidormido, en sueños, marca compases con los dedos imaginando una nueva melodía. Justamente ahora va a exponer sus óleos –paisajes ribereños y selváticos y retratos de su tierra misionera- en el Museo Quinquela Martín de La Boca. La muestra se inaugura el sábado 4 de julio a las 13 horas y vamos a aprovechar para grabar una secuencia del documental que estamos haciendo sobre su vida y su obra. Seguramente el espíritu del maestro Quinquela bajará para la ocasión, para darnos ánimo, para compartir la velada con nosotros.

Descubrí sus canciones hace varios años. Me grabaron un casette de cinta de 60 minutos. Parece la prehistoria. Un casette que anduvo dando vueltas por años en las diferentes casas en las que viví. A Ramón lo conocí personalmente, a mediados de los ochenta, en una rueda de amigos artistas donde obviamente cantó varios de sus clásicos con su guitarra de 10 cuerdas.

Algo pasó. Quedé conectado. Su particular delirio, su capacidad pictórica para describir el río, la selva, los duendes, la magia... El mundo guaraní... Por las venas de Ramón corre la estirpe del gauchaje profundo mas autóctono y también hay algo de Walt Whitman reencarnado en un "Dandy Fifty Pop" tomando un Martini en la sofisticada y setentosa confitería Rond Point, la que está frente al edificio de ATC.

Hace tiempo que tenía ganas de hacer “una película”. Después de dar vueltas con excusas y postergaciones durante mas de un año, un día conseguí su teléfono, lo llamé, le comenté muy superficialmente la idea, me dió la dirección y por suerte vivía a pocas cuadras de mi casa, en San Telmo. Al otro día fuimos directamente a tocarle el timbre con un camarógrafo y un sonidista.

Y ya no pudimos parar. Nos embarcamos. Nos ganamos un par de premios “estímulo” ...Un subsidio del Instituto de Cine... Ni siquiera sé bien hacia donde va la jangada, pero va. El río la lleva. Solo hay que tratar de que no se trabe en los recodos, estar atento al mensaje del canto de los pájaros, al fresco de los amaneceres de verano, a aprender de las pocas palabras de los paisanos y pescadores que uno se pueda encontrar en el camino. Finalmente, como todo río y toda frase hecha, vamos a llegar al mar. Así que mejor no preocuparse.

Estamos siguiendo a Ramón por todos lados. Tiene una energía, un optimismo y un buen humor envidiable. No le gusta decir su edad. Nunca lo escuché hablar mal de nadie. Hemos compartido un cuarto de dos por tres en el medio de la selva misionera, en una casita de madera, y en mis naturales insomnios hablamos de algunos miedos en común, de algunos porqués y para ques de la cuestión de vivir y la obsesión de tratar de dejar alguna huella en el camino. Me cuenta los mismos chistes muchas veces. Inventa sus propias escenas para esta película...

Hay un guión que no respeto demasiado. Hay bocetos y dibujos de escenas de ficción. Hay una página web: www.poplatino.com /ramonayala. Hay un plano que quiero filmar en las Cataratas del Iguazú cuando se iluminan con luna llena, tirado de espaldas, a la deriva en una canoa, como el moribundo del cuento de Horacio Quiroga. Está María Teresa, la esposa de Ramón, siempre presente, como co-protagonista, diva y puntal estructural de este proyecto. Esta Lena Esquenazi, mi esposa, que es co-productora y diseñadora de sonido de la película. Hay otras mujeres a las que estoy tratando de encontrarles un papel, un personaje: Ramona Galarza, Graciela Borges...

Hay algo de road movie. Algo de David Byrne. Una mala copia de David Lynch. Un Blue Velvet remixado a lo criollo en una casaquinta en las afueras de Gualeguaychú. Sub-realismo mágico. Un Ford Sierra por las rutas argentinas, un viaje en el tren Gran Capitán hacia Posadas, una fiesta gaucha en Oncativo, un payador pampeano que canta con su mamá, una señora tejiendo ñandutí a las orillas del mismísimo lago Ypacaraí...

Una morocha argentina bañándose semidesnuda en un lago de mi imaginación. Un video clip de street dance villero en un lavadero de autos que queda en mi barrio, en la esquina de Juan de Garay y Balcarce.

Hay gente muy prestigiosa que nos apoya: Mauricio Kartúm prometió ayudarme en la construcción de una estructura dramática, pero finalmente me dijo que haga lo que me de la gana.

Por ahora son expresiones de deseo: tal vez llame por teléfono a Alejandro Urdapilleta, y si tiene ganas, haga un personaje de borracho a las siete de la mañana en un bar de Constitución recitando un texto de Ramón que remite al Alto Paraná...
Tal vez le preguntamos a Lucrecia Martel que siente cuando se queda horas mirando pasar el rio en el muelle de su casa del Tigre.
Tal vez la película comience con una remake de la célebre escena del comienzo de La Ciénaga, en la piscina de un hotel de Cosquín.

Puesta en escena, documental, comedia musical, road movie y video art: cuando se rompa el tren en el que vamos a viajar a Posadas, cortamos a una entrevista a Pino Solanas, hablando apasionado del desmantelamiento de las redes ferroviarias de la Argentina.

Ramón escribió algunas canciones claves del cancionero sudamericano: “El Mensú” que describe a los recolectores de yerba mate en su trabajo casi esclavo bajo las ordenes del “capanga”, el capataz que desde el caballo los arenga con el chisquear de su látigo. “Posadeña linda” donde hace una maravillosa descripción del cielo de Misiones, sus mujeres y su río… “El jangadero”…“El cosechero”, "Mi pequeño amor"....

Ramón, es el objetivo y también la excusa que nos permite mostrar la textura emocional de un país. La textura del mantel de hule. La reina de la fiesta del algodón vestida de gala en el Club Social de Resistencia y los recolectores de algodón bajo el sol ardiente del Chaco boreal. La piedra y el camino, como decía Yupanqui.

O como se dice vulgarmente, una de cal y una de arena.

Marcos López
junio 2009

8 comentarios:

girlontape dijo...

"la textura emocional de un país"
hermoso texto, me da ganas de conocer a este artista, y de ver el doc

Anónimo dijo...

Me encantó el texto de Marcos López! Digno de una de sus fotos...
LUCIO

Anónimo dijo...

Figura más que caudalosa la de Ramón Ayala para documentar. Gracias por subir el texto y la información.
Por otra parte, disculpándome por el atrevimiento ya que no tengo otra forma de contactarte, estoy buscando tu Documental "Prohibido". ¿Habrá alguna manera de conseguirlo?
Gracias y disculpas nuevamente por el atropello. Saludos!!
Diego.

Fotografías dijo...

Diego: "Prohibido" no ha sido editada aún en dvd, veremos si sale en un futuro no demasiado lejano...

Por todas las solicitudes que me vienen llegando, vamos al menos a tratar de armar alguna función próximamente.
Disculpado por el atropello, estimado, y gracias por el interés...
A

Anónimo dijo...

Gracias!!

Estaremos esperando ansiosos la futura edición o función!!

Abrazo.

Diego.

Anónimo dijo...

¡Qué bueno no esperar a qué un creador se muera para hacerle un homenaje¡ Cada vez que veo o escucho que se homenajea a alguien que hasta hace poco estuvo vivo me agarra bronca y bajón. Hagamos las cosas en vida si es posible. Y qué artista Ramón Ayala, por favor: "Ya se va por la barranca el viejo pescador, llevando en el hombro el pan del agua que le dio, su amigo el río Paraná" (Pan del Agua)
Agradezco a Marcos López por el trabajo que está haciendo. A propósito, ahora recuerdo que hace unos años escribió en Radar un texto hermoso en una nota que le hicieron y en ése texto mencionaba a Ramón Ayala
y me puse muy contento porque lo nombraba a Ramón pero también porque acababa de conocer a Marcos López.
Carlos

Fotografías dijo...

Qué bueno, Carlos. Y sí, muchas veces no nos damos cuenta hasta demasiado tarde lo que significa para alguien que su trabajo sea reconocido en vida. Y, sobre todo, lo que significa para nosotros poder hacerlo!

Y Marcos López es otro grande, que también se expresa a sí mismo a través de su homenaje a Ramón Ayala...

CARLOS MIGUEL dijo...

HOLA MARCOS:CREO QUE TU DOCUM DE NUESTRO AMIGO RAMON VA A ESTAR BUENISIMO, AVISA CUANDO SE ESTRENE Y DONDE.TE HAS OLVIDADO DE NOSOTROS, TUS AMIGOS DEL TEYU CUARE, SAN IGNACIO.SUERTE.