martes, 30 de noviembre de 2010

sábado, 27 de noviembre de 2010

Laboratorio de cine


Laboratorio de cine

Profesores:
Andrés Di Tella, Martín Rejtman

Departamento de Arte / Universidad Torcuato Di Tella

• Inicio: Abril de 2011
• Duración: Seis meses
• Cupo: 20 personas (aprox.)
• Horario: martes de 17 a 21 hs.
• Sede: UTDT, Campus Alcorta


El Laboratorio de cine aspira a ofrecer a sus participantes una experiencia intensiva de realización durante seis meses, bajo la mirada de dos profesores, los cineastas Andrés Di Tella y Martín Rejtman.

El objetivo es ampliar el espectro de procedimientos, lenguajes, temas y formatos de los asistentes, a través de la realización de trabajos individuales y grupales. Se apunta a que al final de la experiencia cada participante se lleve una serie de piezas terminadas.

El taller no apunta exclusivamente a la realización de películas narrativas tradicionales; teniendo en cuenta tanto el perfil de los profesores como el contexto de artes visuales en el que se desarrolla el Laboratorio, se propondrán una diversidad de ejercicios, cuyo resultado pueda ser una “obra proyectable”: films experimentales, ensayos documentales, series fotográficas o de diapositivas, piezas sonoras o musicales, videos, dibujos.

Son bienvenidos tanto cineastas o estudiantes de cine como artistas de distintas disciplinas, sin necesidad de contar con experiencia cinematográfica. Confiamos en que la participación de artistas con distintos tipos de formación y trayectoria, redundará en la riqueza de la experiencia.

Los asistentes deberán contar con la disponibilidad de una cámara, de cualquier formato, para realizar los trabajos del taller.

La Universidad ofrecerá instancias de asesoramiento técnico para los que lo necesiten y los profesores seguirán de cerca el trabajo de cada uno de los asistentes, volcando toda su experiencia en la elaboración de los distintos ejercicios.

Ante cualquier consulta comunicarse con:
Departamento de Admisiones de Posgrado
Karina Chrempacz
posgradosditella@utdt.edu
(+54 11) 5169 7231
Miñones 2177, C1428ATG
Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Buenos Aires, Argentina




fotos: Los guantes mágicos de Martín Rejtman (arriba) y Fotografías de Andrés Di Tella (abajo).

viernes, 26 de noviembre de 2010

Position Among the Stars



Position Among the Stars, de Leonard Retel Helmrich (Holanda), acaba de obtener el primer premio en el International Documentary Film Festival Amsterdam (IDFA), que concluye este fin de semana. Por el clip de arriba, parece un extraño reality indonesio...

http://idfa.nl/


jueves, 25 de noviembre de 2010

Ciudades paralelas


Me permito recomendar este raro festival de teatro raro, llamado "Ciudades paralelas":

http://www.ciudadesparalelas.com/

Lo organizan Lola Arias y Stefan Kaegi, extraordinarios dramaturgos devenidos curadores.

Yo mismo estaré participando, junto a Cecilia Szperling, como "comentaristas" de la obra de Stefan Kaegi (foto arriba), el sábado 4 de diciembre a las 20hs, en la Galería Pasaje 17, de Bartolomé Mitre 1559.



(hacer clic en la imagen para leer)

martes, 23 de noviembre de 2010

sábado, 20 de noviembre de 2010

L’autre avant-garde argentine relève la tête

Paulo A. Paranagua

C’était à Buenos Aires un soir d’octobre aux convergences inattendues. A 19 heures, l’Association argentine d’études sur le cinéma et l’audiovisuel (http://www.asaeca.org/) rendait hommage à une réalisatrice underground, Narcisa Hirsch. Jouant avec son prénom et d’autres références, elle présentait un long-métrage qui mélange les formats, Le mythe de Narcisse, une sorte d’anti-autobiographie.

La cinéaste y apparaît à plusieurs reprises, filmée à divers moments de sa vie, mais refuse obstinément de répondre à son interlocuteur et de livrer une quelconque clé de sa trajectoire atypique. Jeune fille allemande immigrée en Argentine, elle découvre l’underground new-yorkais dans les sixties. Elle s’évertue contre vents et marées à en reprendre l’inspiration à Buenos Aires. Narcisa Hirsch est l’étoile filante d’un cinéma expérimental au féminin que les historiens ont délaissé.

Deux heures plus tard, à quelques pâtés de maison, le documentariste Andrés Di Tella mettait en scène un happening, en hommage à un autre cinéaste underground, Claudio Caldini. Le duo a interprété un numéro épatant, mêlant la lecture à haute voix et la projection simultanée de six films en Super 8 (le format préféré de Caldini), avec musique appropriée.

ditella.1289754778.jpg

La salle bondée du théâtre San Martin n’en revenait pas, comme si la machine de l’Invention de Morel s’était remise en marche pour renouer avec les événements programmés par l’Institut Di Tella, ce Beaubourg avant la lettre qui a contribué à faire de Buenos Aires une des scènes de l’avant-garde artistique des années 1960.

Le rapprochement était inévitable, étant donnée la filiation d’Andrés Di Tella, le talentueux réalisateur de Montoneros, une histoire (1995), La télévision et moi(2002) et Photographies (2007). Pour ceux qui voudraient avoir un aperçu de sa curiosité sans bornes, rien de tel que son blog, où il évoque la collaboration avec Caldini (http://fotografiasdeandresditella.blogspot.com/).

En Argentine, l’avant-garde politique a échoué tragiquement et sa défaite ne cesse de hanter les mémoires. Le double programme de cette soirée magique rappelait qu’à la même époque une autre avant-garde faisait de la résistance contre les idées reçues.

Les rapports entre ces deux avant-gardes ont été conflictuels. Il suffit de rappeler comment l’Heure des brasiers, le documentaire militant de Fernando Solanas, évoquait l’Institut Di Tella en 1968. Ou de lire l’essai de Beatriz Sarlo sur “La nuit des caméras éveillées” dans son lumineux ouvrage La maquina cultural: maestras, traductores y vanguardistas (Ariel).

Le nationalisme argentin prétend que les influences étrangères pervertissent “l’être national”. Cet essentialisme xénophobe, réaction de l’extrême droite contre l’immigration massive, a fini par contaminer une partie de l’extrême gauche, oublieuse que le marxisme est, lui aussi, une “importation”.

Publicado hoy en Le Monde


jueves, 18 de noviembre de 2010

Diario de Madrid (10)

La Residencia de Estudiantes, donde anduvieron Lorca y Buñuel, es donde paran mis alubnos y donde hoy comí un "gallo" que no era ni gallo ni gallina (misterios de la lengua castellana). Melancolía otoñal, mañana es el último día del curso.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Diario de Roma






Presencia argentina en las paredes de Roma ("...de la Argentina - Chile y Perv" - ¿Perv?)

Gran muestra, en el Palazzo delle Esposizione, de Carlos Amorales (visita ilustre reciente de la "universidad homónima").

"Beauty is truth; truth, beauty - that is all ye know on earth, and all ye need to know". La casa de Keats, sobre la escalinata de Piazza di Spagna.

Crisis política. Berlusconi al borde del precipicio. "Un passo in avanti, prego".
fotografías: Andrés Di Tella

jueves, 11 de noviembre de 2010

Diario de Madrid (8)


ADT/ADT - autoportrait de novembre (après JLG)

Café Pepe Botella, Plaza 2 de mayo, Madrid. Anoche.

foto sacada con Iphone

La televisión y yo (3)


Imaginensé un recorrido por emociones, entusiasmos, reflexiones críticas, vivencias públicas/privadas de pasados que linkean a presentes. Unas particulares maneras de ser/hacer realidades y ficcionalidades, unas historias/arqueologías de, en y desde pantallas multiplicadas por aquí y allá. Todo eso en un megaespacio transmisor de escenas y montajes sintonizando los canales que fueron, que son hitos (o debería mejor decir hits?) de un paradigmático tiempo de Cultura Pop. Éso y más se me ocurre para contarles en palabras, algo de lo que pasé, de lo que me atravesó, durante y después de visitar Televisión. El Di Tella y un episodio en la historia de la TV. Una muestra polifuncional y multifacética imperdible, curada por Rafael Cippolini e Inés Katzenstein, con sede material en el Espacio Fundación Telefónica.

(...) En el primer piso, antes de ingresar a una de las salas, a modo de pasaje interconector de tiempos, se accede a La televisión y yo (2010), de Andrés Di Tella. Videoinstalación homenaje a Marta Minujín, pionera en esto de abordar la TV desde el arte. En una de dos paredes enfrentadas, el primer plano del rostro de la artista apenas iluminado, como por las luces de un televisor. En sus gafas oscuras, otra "reflexión", la de los reflejos de episodios de programaciones televisivas actuales, proyectados en la pared opuesta. A ritmo de zapping, ambas proyecciones intercambian lugares, de un muro a otro.

Los chicos de una escuela, visitantes con los que compartí algún recorrido de la muestra, en un momento y, mientras observaban el ping pong de flashes gritaron pidiendo a las maestas: "¡Dejálo ahi, dejálo ahí!" Es que habían hecho su aparición en las paredes/pantallas, imágenes de las series de dibujos animados Hijitus y Bob Esponja. Creo que nadie, de ninguna generación, puede pasar por la multi-propuesta de televisión sin sentirse a-fectado por algún e-fecto a-fecto.

-Lelia Fabiana Perez

Leeer la reseña completa de Lelia Fabiana Perez, publicada en Ramona.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

La televisión y yo (2)

MARTA MINUJÍN Y ANDRÉS DI TELLA. ATRÁS, SU VIDEOINSTALACIÓN “LA TELEVISIÓN Y YO”.

CIRCUITO CERRADO DE LA MENESUNDA, ITDT, 1965, DE MARTA MINUJÍN.

ver nota publicada el 6 de noviembre en revista ñ


Televisión. El Di Tella y un episodio en la historia de la televisión.
Espacio Fundación Telefónica
Arenales 1540
Curadores: Inés Katzenstein y Rafael Cippolini

Del 22 de octubre al 18 de diciembre 2010
De lunes a sábado, de 14 a 20.30hs.
Entrada libre y gratuita

martes, 9 de noviembre de 2010

Diario de Madrid (7)

Encuentro "japonés" con Edu Milewicz en Madrid. Milewicz -alias Milex- es un tipo muy ocupado. Trabaja en la tele, dirige una escuela de teatro, termina un libro de cuentos, ensaya una obra con seis actrices, colabora con Eduardo Berti en la editorial La compañía... y en los ratos perdidos, busca locaciones para su primera película española, de rodaje inminente. Lo arrastré inopinadamente al Círculo de Bellas Artes a ver una película japonesa. Otro "maestro japonés" desconocido (al menos para mí), Yasuzo Masumura. Como referencia, se trataba de una adaptación de Junichiro Tanizaki (el del célebre ensayo Elogio de la sombra). Una bizarrería japonesa bien de los 60, mezcla de códigos de honor orientales y lujuria cinematográfica sesentosa (lesbianismo explícito, desnudos discretos, conductas indescifrables). Digamos que fue en homenaje a nuestros lejanos días heróicos del BAFICI, hace una década ya, cuando con Milex (y Esteban Sapir) inventábamos el festival, y ver películas raras era el pan nuestro de cada día.
-Sos incorregible, me dijo.
Para celebrar el reencuentro -o para rematar la velada- Milex me llevó a un restaurant chino-japonés que suele frecuentar, por Chueca. Esa denominación "chino-japonés" me hizo desconfiar, recordando aquella sentencia atribuida a Abraham Lincoln: "Si esto es café, por favor tráiganme té; y si esto es té, por favor tráiganme café". Elegimos el menú japonés y, la verdad sea dicha, la elección gastronómica nos salió mucho mejor que la cinematográfica.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Diario de Madrid (6)

Domingo. Desayuno en el Bar Moderno de la Plaza de las Comendadoras. Hacía frío y el pulso del mozo dejaba algo que desear. Pero tener la plaza casi toda para mí valió la pena.

Por la tarde, largo viaje en el Metro hasta Getafe, barrio obrero de los suburbios de Madrid. En el camino, leyendo el nuevo libro de Georges Didi-Huberman. Así soy, como los peronistas: ni bueno ni malo, incorregible. High & Low.

Llega el micro con Messi y los suyos. La hinchada visitante festeja.

Conseguí una ubicación increíble, en la primera fila, casi en la esquina del estadio, con la visual ligeramente obstruida pero a menos de 10 metros del linesman. Todo muy limpito, muy tranquilo, muy primer mundo. No me creía estar en la cancha. Hasta ponían música, que liquidaba todo el mínimo clima que podría llegar a haber (la apagaron recién 5 minutos antes de empezar el partido).

En el segundo tiempo, justo delante nuestro, empezaron a hacer ejercicios de precalentamiento los suplentes del Barça. ¡Guardiola! ¡Meté los cambios de una vez así vemos algo!

Ho visto a Messi. Vi a Pelé, de chico, en un amistoso de Santos contra Chelsea en Londres (1972?). Vi a Maradona, cuando recién empezaba, en Argentinos Juniors (dos goles en un 3 a 1 contra River, en Caballito, 1979). Vi a Cruyff, con el Ajax, en la final de la "Champions" (por entonces, se llamaba European Cup). Ahora vi a Messi. Y dio la talla. No hace muchas cosas, de hecho anda caminando por ahí, casi desganado, cuando no participa de la jugada. Eso sí, cada vez que agarra la pelotita es peligro de gol.

Y a los 20 minutos, el primer gol. Messi, claro. Lo vi bien de cerquita. Después metió otro que le anularon (mal) y se perdió un par más, por poco. Habilitó a Villa con un pase magistral para el segundo. Y le robó la pelota a un defensor de Getafe para darsela a Pedro que "selló" el 3 a 0. Fuera de eso, no hizo "nada". Al verlo de cerca, llama la atención la velocidad y la precisión con que juega Messi. Y todo Barcelona. Nunca vi una cosa así. Hasta Mascherano, que hoy jugó de titular, se está contagiando. Tiqui-tiqui. Tiqui-tiqui. Gol. Después, se fue expulsado Piquet por una mano que salvó un gol. El penal puso el 3 a 1 y un poco de emoción a un partido que ya estaba liquidado. Para "festejar" el gol, insólitamente, volvieron a poner música, una especie de himno-pop ridículo del Getafe, onda "que viva España". Si fuera hincha, me daría vergüenza. Como que no confían que vamos a gritar el gol. Ahora que lo pienso, la hinchada del Getafe en algún momento realmente llegó a cantar "¡Que viva España!"

fotos de celular

sábado, 6 de noviembre de 2010

diario de madrid (5)

El Museo Reina Sofía me sorprendió con una gran muestra montada en torno de... un cineasta experimental. No, no se trata de Claudio Caldini. El cineasta de marras es José Val del Omar, un maldito que murió en el olvido hace treinta años y que ahora toca reivindicar. Val del Omar -VDO para los amigos- fue también un inventor arltiano, explorador de la técnica cinematográfica, coleccionista de patentes inútiles. La cámara portátil de 35mm a cuerda de la foto (arriba), por ejemplo, es una adaptación propia. Sólo él la utilizó.

Val del Omar creía en la mecamística: la mística de la mecánica. El duende estaba en la máquina. Sólo había que permitir que emergiera. Sus inventos - la Diafonía, la TactilVisión, el Desbordamiento Apanorámico de la Imagen, el BiStandard 35- nunca tuvieron el propósito de imponerse en la industria (Y la industria: gracias pero no gracias). ¿Qué buscaba VDO? En sus palabras: "enajenar", "aprojimar", incluso "prenderle fuego" al espectador, para "llevarlo hasta el infinito" y "liberarlo de la fuerza de la gravedad". Pero no pensaba en el espectador común que, de hecho, nunca llegó a ver sus películas.

Val del Omar pensaba en un espectador especial, que conoció en los años 30, en tiempos de la República, cuando participó -junto a García Lorca, Luis Cernuda y otros- de las Misiones Pedagógicas. Iban por los pueblos de España montando obras de teatro, exhibiendo y explicando cuadros, recitando poemas, proyectando películas, con el fin de sensibilizar al pueblo hacia las expresiones artísticas. Pero el que quedó sensibilizado fue VDO, ante el deslumbramiento y entrega total que percibía por parte de aquellos espectadores que veían cine por primera vez (foto arriba). Aquel fue siempre su ideal de espectador: no el que asiste a un entretenimiento sino el que participa de un ritual de orden casi sagrado.

Val del Omar también diseñó equipos de audio y trabajó mucho la banda de sonido de sus películas. En la muestra tienen lugar de privilegio el Aparato de Relieve Poliperifónico Diamagneto, el Reproductor Fotoeléctrico para Aplicaciones Radiofónicas y -en la foto de arriba- el Fonema Hispánico ("primer magnetófono español y primero mundial de 4 pistas", aclara Val del Omar). Me quedé pensando en el sonido del cine, quizá porque pronto me toca empezar a trabajar el sonido de la película, quizá porque se habla poco de ello. Mi sensación es que nunca pude experimentar todo lo que hubiera querido en la banda sonora de mis películas (tema pendiente).

Pero lo más conmovedor de la muestra es la reproducción facsimil de su estudio, repleto de equipos de toda índole, amontonados casi como en un taller de reparación de TV. Y puestos en funcionamiento, como si los estuviese operando un fantasma.


Extraños proyectores de 35mm especialmente adaptados por Val del Omar, proyectores de diapositivas e incluso de 8mm. Moviolas, empalmadoras, latas de distinto tamaño, espejos y lentillas, pantallas, mecanismos de propósito indescifrable. ¡Un emisor de rayos láser! El cineasta llegó a donar muchos de sus aparatos, incluidas sus más preciadas invenciones, a la antigua Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid. Un día, sin embargo, descubrió sus "hijos mecánicos" (así los llamaba) abandonados en los sótanos de la escuela, arrumbados como chatarra. Sacó una fotografía y la transformó en un collage irónico, resentido (abajo).

Hacer clic en la imagen para ampliar.

Fotogramas de experimentos de Val del Omar, como cuadros.

Lo más conmovedor: la minúscula celda del cineasta, en un rincón del estudio. Apenas caben la cama, un pequeño televisor empotrado en la pared y un teléfono sobre la mesita de luz. El ámbito se puede ver nada más que de a uno. Sensación incómoda, como si Val del Omar estuviera por volver. Y uno ahí, fisgoneando.

En una nota escrita en un homenaje después de su muerte, en 1982, la hija de Val del Omar escribió de su padre que "se había estado muriendo en Madrid desde hacia mas de cuarenta años". En ese contexto de soledad, abandono y frustración permanente -sólo llegó a terminar y exhibir públicamente dos cortometrajes-, los papeles exhibidos, llenos de proyectos, duelen.

Su obra maestra, Aguaespejo granadino (1956), fue exhibida en el museo mediante un sistema de proyección concebido por Val del Omar. En ciertos momentos de la proyección, otras dos proyecciones (del mismo material) alumbraban a los espectadores desde los costados, generando desconcertantes luces y sombras en la sala (foto arriba). "Cine expandido", diría Caldini. Bueno, era inevitable pensar, todo el tiempo, en Claudio Caldini.

-Andrés Di Tella

fotografías: Andrés Di Tella


diario de Madrid (4)


Escaparate de Madrid: God Not Dead.