viernes, 23 de julio de 2010
domingo, 18 de julio de 2010
sábado, 17 de julio de 2010
Experiencias del documental (3)
Cartucho usado de gas lacrimógeno, Made in USA, que trajo Erica, una de las asistentes al taller que di en Cali, titulado “el documental y yo”. Le propuse a los estudiantes, como ejercicio, el registro documental de un recorrido que tuviera algún sentido especial para ellos, ya sea porque lo hacen todos los días o porque lo hacen por primera vez, etc. Erica trajo una serie de fotos que mostraban los rastros que quedan después de un “tropel”, es decir, una manifestación estudiantil seguida de represión policial, acontecimiento cotidiano si los hay en Colombia. Una foto muy bella, muy bien compuesta, de un charco de agua donde se reflejaban los edificios y las palmeras de la universidad, por ejemplo, no era otra cosa que el rastro de la acción de los cañones hidrantes de la policía. También presentó objetos que levantó en su recorrido. Tener en las manos y examinar de cerca el cartucho de 37/38 mm de riot smoke, fabricado por Combined Tactical Systems de Jamestown, Pennsylvania (dirección, página web y teléfono incluido), nos recuerda de una forma muy concreta que, detrás de las típicas imágenes de revueltas estudiantiles y gases que vemos por TV, hay toda una industria.
Erica también trajo unas canicas, la munición que usan los estudiantes con gomeras y que la policía también ha incorporado a su arsenal, ante la inconveniencia política de disparar balas de verdad. Para Erica, crítica pero escéptica, las canicas que recogió en su recorrido también hablan de que el “tropel” se ha convertido, para ciertos estudiantes radicalizados, así como para la policía, en un “juego de niños”, sin consecuencias. Para terminar leyó un instructivo irónico para transeúntes sobre cómo enfrentar un tropel, como si se tratara de un volante levantado del piso de la facultad. Un elegante moño fake para concluir un trabajo documental ejemplar -hecho en una tarde- que, con gran economía de recursos, me hizo reflexionar sobre toda la complejidad de una situación. Como última vuelta de tuerca, cuando le conté el ejercicio a Luis Ospina, a modo de ejemplo de cómo había resultado el taller, él observó que adentro de la canica de la foto se veía un ojo.
-¡Cómo un ojo! Debe ser mi cámara.
-No, es un ojo –insistió Ospina.
Ampliamos la foto y, ante mi sorpresa, se distinguía claramente un ojo (hacer clic en la imagen para ampliar).
-¡Ojo al cine! –remató Ospina, evocando el título de un libro qué el mismo recopiló con los escritos de su amigo Andrés Caicedo.
Publicado originalmente 31 de octubre, 2009.
Experiencias del documental
Profesor: Andrés Di Tella
Días: martes de 17.30 a 20.30 hs.
Fecha: del 7 de septiembre al 23 de noviembre
Cursada: trimestral (12 clases de 3 horas)
UTDT/ Sede Miñones
Vacantes limitadas.
ULTIMOS DIAS DE INSCRIPCION
Cierre de inscripción: 20 de julio.
Informes e inscripción: Karina Chrempacz
posgradosditella@utdt.edu
(54 11) 5169 7231
Erica también trajo unas canicas, la munición que usan los estudiantes con gomeras y que la policía también ha incorporado a su arsenal, ante la inconveniencia política de disparar balas de verdad. Para Erica, crítica pero escéptica, las canicas que recogió en su recorrido también hablan de que el “tropel” se ha convertido, para ciertos estudiantes radicalizados, así como para la policía, en un “juego de niños”, sin consecuencias. Para terminar leyó un instructivo irónico para transeúntes sobre cómo enfrentar un tropel, como si se tratara de un volante levantado del piso de la facultad. Un elegante moño fake para concluir un trabajo documental ejemplar -hecho en una tarde- que, con gran economía de recursos, me hizo reflexionar sobre toda la complejidad de una situación. Como última vuelta de tuerca, cuando le conté el ejercicio a Luis Ospina, a modo de ejemplo de cómo había resultado el taller, él observó que adentro de la canica de la foto se veía un ojo.
-¡Cómo un ojo! Debe ser mi cámara.
-No, es un ojo –insistió Ospina.
Ampliamos la foto y, ante mi sorpresa, se distinguía claramente un ojo (hacer clic en la imagen para ampliar).
-¡Ojo al cine! –remató Ospina, evocando el título de un libro qué el mismo recopiló con los escritos de su amigo Andrés Caicedo.
Como posdata, no quiero dejar sin mencionar el hecho biográfico de que Erica es descendiente directa de Manuel Quintín Lame ("es mi tío-bisabuelo"), el legendario líder indigena. Quintín Lame dirigió un histórico levantamiento de los indios del valle del río Cauca a principios del siglo veinte, inicio de una larga "guerra racial" que lo hizo pasar muchos años en prisión y sobrevivir, casi mágicamente, numerosos intentos de asesinato. De hecho, siempre se dio por sentado que Quintín Lame, que finalmente murió de viejo en 1967, tenía poderes sobrenaturales, como el don de la ubicuidad o la capacidad de transformarse en un animal. Erica, que se considera una "indígena occidentalizada" por haber vivido en Cali y estar asistiendo a la universidad, nos contó de su proyecto documental, basado en los contradictorios cuentos familiares en torno a Quintín Lame, donde es difícil distinguir el hecho de la fabulación. Ya habló extensamente con una abuela que vive en el pueblito del valle del Cauca de donde ella es oriunda. Y está buscando a un primo que no ve hace años y que, según ella cree, pertenece en la actualidad a Los Nietos de Quintín Lame, una organización indigenista radicalizada que toma tierras y recurre a la lucha armada. ¡Otra que el documental y yo!
-Andrés Di Tella
Publicado originalmente 31 de octubre, 2009.
Experiencias del documental
Profesor: Andrés Di Tella
Días: martes de 17.30 a 20.30 hs.
Fecha: del 7 de septiembre al 23 de noviembre
Cursada: trimestral (12 clases de 3 horas)
UTDT/ Sede Miñones
Vacantes limitadas.
ULTIMOS DIAS DE INSCRIPCION
Cierre de inscripción: 20 de julio.
Informes e inscripción: Karina Chrempacz
posgradosditella@utdt.edu
(54 11) 5169 7231
www.utdt.edu
fotografías: Andrés Di Tella
viernes, 16 de julio de 2010
Luces de invierno
El Excéntrico de la 18ª/Orquesta Roja/Estudios Juventud presentan
LUCES DE INVIERNO
Un encuentro de la música de Orquesta Roja, grupo de rock psicódelico
instrumental, con las proyecciones de cine expandido de Claudio
Caldini.
16 y 23 de Julio, en EL EXCENTRICO DE LA 18ª, Lerma 420 Palermo, 23 hs, 25 $*
Orquesta Roja comienza como necesidad vinculada con el cine
experimental y las artes visuales. Primero como proyecto solista de
Magdalena Jitrik, Orquesta Roja produciría un tipo de música afin a
la actividad de pintar, así como para musicalizar films abstractos o
experimentales que venía produciendo lateralmente.
Luego como duo de guitarras con Lola Granillo, la incorporación en
2009 de Andrés Buchbinder en batería y Sebastian Appel en
sintentizadores trajo un sonido inesperado, aumentado, una plataforma
donde cada músico produce un momento, tradición del Blues que están
recreando y homenajeando de alguna manera.
La proyección cinematográfica aporta la atmósfera natural, necesaria,
donde OR despliega su propuesta musical. El encuentro con la obra de Claudio Caldini es un especie de click que al tiempo que enciende los proyectores, alumbra la música de modo tal que la relación de la imagen con el sonido pocas veces puede verse tan nítidamente concretada.
Sobre Claudio Caldini, dice Andrés Di Tella:
"Muy pocos han visto sus películas. Sólo pueden verse cuando él mismo
las proyecta, a veces manipulando tres proyectores simultáneos,
cortando y pegando las viejas cintas de super 8 en el momento,
transpirando, casi en trance, en una performance de cine en vivo que
tiene algo de ceremonia religiosa. En el cine de Caldini hay imágenes
extraordinarias que hacen ver el mundo –y las posibilidades del
cinematógrafo- de otra manera. Ponen en cuestión qué cosa es el cine,
qué cosa no es, en qué momento se produce eso que llamamos el cine y
cuánto tiene de experiencia personal."
http://eldevenirdelaspiedras.blogspot.com/
http://www.myspace.com/laorquestaroja
* Con descuento a estudiantes y jubilados
miércoles, 14 de julio de 2010
Experiencias del documental (2)
Ayer, en el taller Experiencias del documental, tuvimos el privilegio de la visita de Leandro Katz. Katz es un artista multifacético -cineasta / fotógrafo / pintor / escritor, etc- que se fue muy joven de la Argentina, en los años 60. Recorrió América Latina durante varios años antes de recalar en Nueva York, donde se vinculó con los poetas del círculo de Allen Ginsberg y pululó por los antros del proto punk rock donde tocaban sus amigos de los New York Dolls. También participó, como iluminador, actor y fotógrafo, de la legendaria Compañia del Teatro del Ridículo de Charles Ludlum, del que conservó un registro fotográfico histórico que, próximamente, se convertirá en un nuevo film documental. Después de 40 años en Nueva York, Katz se jubiló de la universidad donde daba clases y decidió, "irreflexivamente", volver a Buenos Aires. Y aqui está, sin que muchos lo sepan. O mejor: sin que muchos sepan quién está aqui.
A mediados de los años 80, bajo el influjo de la cultura de las identidades (identity politics), se preguntó qué lo identificaba como argentino -si algo- después de tanto tiempo fuera del país. Primero pensó: Borges. Después, acaso mecánicamente, pensó: el tango, Gardel. Y después recordó lo que sintió el día que, con su beba recién nacida en brazos, escuchó por la radio la noticia de la muerte del Che Guevara, ese otro argentino que había salido a recorrer América. Se puso a investigar la muerte del Che en Bolivia, en un momento, los años 80 de Reagan, en que hablar del Che Guevara era "ponerse hippie de repente". En la primera etapa de su research, encontró una fotografía (arriba) del cadaver del Che en La Higuera, en los archivos de la agencia Reuters. Le llamó la atención la composición, con reminiscencias pictóricas clásicas y connotaciones religiosas, y quiso saber quién había sacado la foto, distribuida sin atribución, más allá de la marca de la Agencia. También le intrigaban algunos detalles, que podrían pasar inadvertidos en la foto, como un brazo que se adivina en el piso. ¿De quién habrá sido ese brazo? ¿Le habrían cortado el brazo al propio Che? "Ese detalle era como una herida en la foto, para mí, una herida que nunca cicatrizó". Finalmente dio con el autor, un discreto fotógrafo boliviano llamado Freddy Alborta que vendió la famosa foto por 75 dólares. Y decidió hacer una película sobre Alborta y sus recuerdos de aquella fotografía: el extraordinario documental El día que me quieras, concluido casi diez años después. "Me he llegado a preguntar quién es realmente el autor de la fotografía", dijo Katz ayer. "Y no sé si el autor no será el mismo Che Guevara".
Las instalaciones a veces combinan sus distintos proyectos de investigación. El universo revolucionario del Che convive a veces con el de Charles Ludlum y el Teatro del Ridículo. "Ahí aparece también un aspecto teatral que me interesa. Me detengo, por ejemplo, en la foto del documento de identidad falsificado con que Ernesto Guevara entró a Bolivia, con el pelo rapado a la Lenin. O los dibujos, tipo identikit, que hizo Ciro Bustos de los guerrilleros del grupo del Che. O la peluca de Monika Ertl, la hija de un nazi refugiado en Bolivia que se suma a las huestes del Che y luego viaja, disfrazada, a Alemania para ajusticiar al cónsul boliviano que era un asesino de militantes comunistas bolivianos" (foto de arriba).
"Cuando me interesé por aquella fotografía del Che, en principio fue con cierta distancia y desde un punto de vista, digamos, formal", dijo Katz ayer. "Nunca imaginé que esa investigación duraría más de veinte años y hasta qué profundidades me metería en el tema, que ya es parte de mi vida". Los asistentes al taller, todos jóvenes artistas con inquietudes por el documental, escuchaban absortos (arriba) la lección del maestro.
Experiencias del documental
Profesor: Andrés Di Tella
Días: martes de 17.30 a 20.30 hs.
Fecha: del 7 de septiembre al 23 de noviembre
Cursada: trimestral (12 clases de 3 horas)
UTDT/ Sede Miñones
Vacantes limitadas.
ULTIMOS DIAS DE INSCRIPCION
Cierre de inscripción: 20 de julio.
Informes e inscripción: Karina Chrempacz
posgradosditella@utdt.edu
(54 11) 5169 7231
http://www.utdt.edu/
A mediados de los años 80, bajo el influjo de la cultura de las identidades (identity politics), se preguntó qué lo identificaba como argentino -si algo- después de tanto tiempo fuera del país. Primero pensó: Borges. Después, acaso mecánicamente, pensó: el tango, Gardel. Y después recordó lo que sintió el día que, con su beba recién nacida en brazos, escuchó por la radio la noticia de la muerte del Che Guevara, ese otro argentino que había salido a recorrer América. Se puso a investigar la muerte del Che en Bolivia, en un momento, los años 80 de Reagan, en que hablar del Che Guevara era "ponerse hippie de repente". En la primera etapa de su research, encontró una fotografía (arriba) del cadaver del Che en La Higuera, en los archivos de la agencia Reuters. Le llamó la atención la composición, con reminiscencias pictóricas clásicas y connotaciones religiosas, y quiso saber quién había sacado la foto, distribuida sin atribución, más allá de la marca de la Agencia. También le intrigaban algunos detalles, que podrían pasar inadvertidos en la foto, como un brazo que se adivina en el piso. ¿De quién habrá sido ese brazo? ¿Le habrían cortado el brazo al propio Che? "Ese detalle era como una herida en la foto, para mí, una herida que nunca cicatrizó". Finalmente dio con el autor, un discreto fotógrafo boliviano llamado Freddy Alborta que vendió la famosa foto por 75 dólares. Y decidió hacer una película sobre Alborta y sus recuerdos de aquella fotografía: el extraordinario documental El día que me quieras, concluido casi diez años después. "Me he llegado a preguntar quién es realmente el autor de la fotografía", dijo Katz ayer. "Y no sé si el autor no será el mismo Che Guevara".
Mientras avanzaba con su investigación en torno de aquella fotografía y, sobre todo, mientras trataba de reunir los fondos necesarios para hacer la película, fueron surgiendo otras cosas. Al comenzar a leer sobre el tema (todavía no se había desatado la chemanía de los últimos años y no se habían hecho las múltiples biografías y películas), se encontró con muchos datos confusos y contradictorios sobre fechas, lugares y personajes. Fue anotando todo en fichas, que se convirtieron en una gigantesca y detallada cronología, combinando partes militares, noticias de los periódicos bolivianos, informes de inteligencia americana, los diarios de los guerrilleros, etc. Ahí se dio cuenta de dos cosas: que toda esa información no entraría en la película y que, en realidad, constituía una obra en sí misma. Empezó entonces a hacer instalaciones alrededor del tema, combinando un montaje de ciertas imágenes documentales con paneles informativos donde copiaba sus fichas. Hizo una primera gran muestra en el Art Institute of Chicago, después en el Museo del Barrio de Nueva York y en muchos otros lugares del mundo, llegando hace un par de años hasta el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Alguien, una vez, le preguntó:
-¿Pero por qué, en vez de una instalación, no escribes un libro?
-Porque me gusta que, en la galería, la gente pueda tener la experiencia de estar dentro de un libro.
Las instalaciones a veces combinan sus distintos proyectos de investigación. El universo revolucionario del Che convive a veces con el de Charles Ludlum y el Teatro del Ridículo. "Ahí aparece también un aspecto teatral que me interesa. Me detengo, por ejemplo, en la foto del documento de identidad falsificado con que Ernesto Guevara entró a Bolivia, con el pelo rapado a la Lenin. O los dibujos, tipo identikit, que hizo Ciro Bustos de los guerrilleros del grupo del Che. O la peluca de Monika Ertl, la hija de un nazi refugiado en Bolivia que se suma a las huestes del Che y luego viaja, disfrazada, a Alemania para ajusticiar al cónsul boliviano que era un asesino de militantes comunistas bolivianos" (foto de arriba).
"Cuando me interesé por aquella fotografía del Che, en principio fue con cierta distancia y desde un punto de vista, digamos, formal", dijo Katz ayer. "Nunca imaginé que esa investigación duraría más de veinte años y hasta qué profundidades me metería en el tema, que ya es parte de mi vida". Los asistentes al taller, todos jóvenes artistas con inquietudes por el documental, escuchaban absortos (arriba) la lección del maestro.
-Andrés Di Tella
Publicado originalmente 29 de agosto, 2009.
Profesor: Andrés Di Tella
Días: martes de 17.30 a 20.30 hs.
Fecha: del 7 de septiembre al 23 de noviembre
Cursada: trimestral (12 clases de 3 horas)
UTDT/ Sede Miñones
Vacantes limitadas.
ULTIMOS DIAS DE INSCRIPCION
Cierre de inscripción: 20 de julio.
Informes e inscripción: Karina Chrempacz
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fotografías: Andrés Di Tella
lunes, 12 de julio de 2010
Experiencias del documental
Experiencias del documental
Profesor: Andrés Di Tella
Días: martes de 17.30 a 20.30 hs.
Fecha: del 7 de septiembre al 23 de noviembre
Cursada: trimestral (12 clases de 3 horas)
UTDT/ Sede Miñones
Vacantes limitadas.
ULTIMOS DIAS DE INSCRIPCION
El documental es una interfase del arte contemporáneo, donde se cruzan distintas expresiones: no sólo el cine documental o la televisión. Lo documental se encuentra hoy en una obra de teatro, en una serie de fotografías, en un cuadro o en una exposición, en una instalación, en una pieza de videoarte, en un blog o en la web, en una novela gráfica o en un fanzine, en la ilustración o en la publicidad, en una intervención urbana o un libro de artista, en una curaduría o una colección, en un diario íntimo o en una correspondencia, en un ensayo crítico o una memoria, en una investigación periodística o en un libro de ficción. El mismo cine documental, hoy a la vanguardia de la cinematografía mundial, se plantea alternativas inéditas y rompe sus propios límites.
En el taller se examinarán en detalle distintos ejemplos de la práctica documental, con atención a la especificidad de cada medio y al proceso de realización de cada artista. Como foco conceptual, se trabajará la noción de archivo y los distintos usos del documento en el arte contemporáneo. Partiendo de la experiencia del propio del docente y del trabajo de cada uno de los talleristas, se elaborará la relación personal con el documento, con eje en las nociones de narración e intimidad. Cada participante, por su parte, desarrollará un ejercicio de investigación documental en el medio de su elección. Se trata de una propuesta de trabajo intensivo.
Contaremos, también, con la visita de distintos artistas que nos hablarán de su propia experiencia del documental.
Fotos de Rosana Schoijett, sacadas en el taller de Andrés Di Tella, Experiencias del documental, edición 2009.
El documental es una interfase del arte contemporáneo, donde se cruzan distintas expresiones: no sólo el cine documental o la televisión. Lo documental se encuentra hoy en una obra de teatro, en una serie de fotografías, en un cuadro o en una exposición, en una instalación, en una pieza de videoarte, en un blog o en la web, en una novela gráfica o en un fanzine, en la ilustración o en la publicidad, en una intervención urbana o un libro de artista, en una curaduría o una colección, en un diario íntimo o en una correspondencia, en un ensayo crítico o una memoria, en una investigación periodística o en un libro de ficción. El mismo cine documental, hoy a la vanguardia de la cinematografía mundial, se plantea alternativas inéditas y rompe sus propios límites.
En el taller se examinarán en detalle distintos ejemplos de la práctica documental, con atención a la especificidad de cada medio y al proceso de realización de cada artista. Como foco conceptual, se trabajará la noción de archivo y los distintos usos del documento en el arte contemporáneo. Partiendo de la experiencia del propio del docente y del trabajo de cada uno de los talleristas, se elaborará la relación personal con el documento, con eje en las nociones de narración e intimidad. Cada participante, por su parte, desarrollará un ejercicio de investigación documental en el medio de su elección. Se trata de una propuesta de trabajo intensivo.
Contaremos, también, con la visita de distintos artistas que nos hablarán de su propia experiencia del documental.
Cierre de inscripción: 20 de julio.
Informes e inscripción: Karina Chrempacz
http://www.utdt.edu/Fotos de Rosana Schoijett, sacadas en el taller de Andrés Di Tella, Experiencias del documental, edición 2009.
domingo, 11 de julio de 2010
jueves, 8 de julio de 2010
En el medio
"En el medio": Cine Documental
Viernes 09 de julio, 22:30 hs
Viernes 09 de julio, 22:30 hs
CANAL ENCUENTRO
A través de la mirada de la periodista Gisela Busaniche, “En el medio” se propone indagar el rol del periodismo en la actualidad, analizar cómo funcionan los medios de comunicación y cómo se procesa un hecho hasta convertirse en noticia. El ciclo desarrolla el rol del periodismo en la sociedad y la formación de la opinión pública. Reconocidos periodistas y comunicadores reflexionarán sobre las distintas áreas del periodismo.
En el próximo capítulo, dedicado al Cine Documental, participan: ANDRES DI TELLA, Osvaldo Gettino, Lorena Muñoz, Virna Molina, Andrés Habegger, entre otros.
Repeticiones:
Viernes: 04:30, Sábados: 04:00, Domingos: 21:30, Lunes: 15:00, Martes: 12:30
A través de la mirada de la periodista Gisela Busaniche, “En el medio” se propone indagar el rol del periodismo en la actualidad, analizar cómo funcionan los medios de comunicación y cómo se procesa un hecho hasta convertirse en noticia. El ciclo desarrolla el rol del periodismo en la sociedad y la formación de la opinión pública. Reconocidos periodistas y comunicadores reflexionarán sobre las distintas áreas del periodismo.
En el próximo capítulo, dedicado al Cine Documental, participan: ANDRES DI TELLA, Osvaldo Gettino, Lorena Muñoz, Virna Molina, Andrés Habegger, entre otros.
Repeticiones:
Viernes: 04:30, Sábados: 04:00, Domingos: 21:30, Lunes: 15:00, Martes: 12:30
miércoles, 7 de julio de 2010
martes, 6 de julio de 2010
Las paredes de Buenos Aires (y alrededores)
BIG BAG BIG BOOM - the new wall-painted animation by BLU from blu on Vimeo.
Darío Schvarzstein me manda este nuevo video de Blu, el graffitero italiano que supo andar por Villa Urquiza: Se ve que Blu anduvo por Uruguay y Argentina. En una parte de la animación se distingue el puente de la Barra de Maldonado y en otra Buenos Aires. Saludos, Darío.
lunes, 5 de julio de 2010
viernes, 2 de julio de 2010
Incidentes
En la última reunión del grupo de estudios de Claudio Caldini, Magdalena Jitrik contó que en ArteBA -"cada mañana voy al mercado / donde se compran mentiras / y con esperanza / me pongo en la cola/ de los vendedores"(Brecht)- fue protagonista involuntaria de un incidente. Recorriendo el llamado "barrio joven" de la feria, se cruzó con un artista que ella apenas conocía de vista. El artista le dijo: "Sos una genia. Te odio. Te amo". Y le dio una cachetada.
En el taller también se produjo un pequeño incidente. Caldini nos estaba advirtiendo de los problemas que se pueden producir al pintar el celuloide, como hace él y como está haciendo también Jitrik (ver crónica de la semana pasada). Lo que Caldini hace con la cámara -atarla con una cuerda y revolearla como si fueran unas boleadoras- o con los proyectores -armar complicados loops que van de un proyector a otro- o con la propia película -pintarla o agujerear el celuloide- pone en riesgo la integridad física de sus propios instrumentos. Es como que les hace cumplir funciones que no fueron previstas por sus fabricantes. Se puede hacer trizas la cámara, se puede romper el proyector, se puede cortar y estropear la película (de las cuales sólo hay originales ya que en el super-8 no existe la posibilidad de hacer copias). De hecho, todo esto le suele pasar. No hay proyeción de Caldini sin algún incidente. Es parte de la adrenalina que proponen sus performances de cine en vivo. Y eso que Caldini opera sus instrumentos con la destreza de un cirujano con varias décadas de experiencia. Cada vez que muestra su forma de trabajar, debería agregar: "Chicos, no intenten hacer ésto en casa".
Al pintar el celuloide, se le están agregando capas a la emulsión, por lo que la película adquiere mayor espesor. Al tener una superficie irregular -explicó y demostró- la película hasta puede tener distintos puntos de foco. Incluso se puede jugar, durante la proyección, a poner el foco en las distintas capas. La película pintada, al verse proyectada, cobra como una dimensión suplementaria en la percepción. De ahí su particular potencial plástico. Mientras explicaba todo esto, la película que estaba proyectando empezó a producir un ruido -"ese ruido es por el espesor irregular de la película pasando por la grifa del proyector"- y de pronto se armó una galleta dentro del proyector. Se trataba de un original de Caldini. Pero, en vez de ponerse nervioso, Caldini tomó un destornillador y dijo: "Esta es una buena oportunidad para que le echen una mirada al interior del proyector".
Caldini desarmó y volvió a armar el proyector, cortó y reparó la película y volvió a colocarla para proyectar, mientras los alumnos observábamos absortos. Era como ver trabajar a un artesano de otra era, con todo su arsenal de tecnología obsoleta.
Entre los materiales proyectados, vimos unas asombrosas manchas de tinta china, cuyo laborioso proceso de fabricación, pintadas fotograma a fotograma con un hisopo, yo presencié hace unos meses y llegué a registrar con la cámara. La foto de arriba no evoca ni remotamente la sugestión de lo que es, en definitiva, una animación cuadro a cuadro de fotogramas distintos, cada fotograma -de hecho- un "incidente" único... como una película que se enreda o como una cachetada. Las manchas en movimiento podrían ser accidentes geográficos o paisajes de nubes. "O humo", dijo alguien. "Parece humo porque es humo", dijo Caldini. "La tinta china se hace con humo". Y lo que estábamos viendo era humo nomás.
En el taller también se produjo un pequeño incidente. Caldini nos estaba advirtiendo de los problemas que se pueden producir al pintar el celuloide, como hace él y como está haciendo también Jitrik (ver crónica de la semana pasada). Lo que Caldini hace con la cámara -atarla con una cuerda y revolearla como si fueran unas boleadoras- o con los proyectores -armar complicados loops que van de un proyector a otro- o con la propia película -pintarla o agujerear el celuloide- pone en riesgo la integridad física de sus propios instrumentos. Es como que les hace cumplir funciones que no fueron previstas por sus fabricantes. Se puede hacer trizas la cámara, se puede romper el proyector, se puede cortar y estropear la película (de las cuales sólo hay originales ya que en el super-8 no existe la posibilidad de hacer copias). De hecho, todo esto le suele pasar. No hay proyeción de Caldini sin algún incidente. Es parte de la adrenalina que proponen sus performances de cine en vivo. Y eso que Caldini opera sus instrumentos con la destreza de un cirujano con varias décadas de experiencia. Cada vez que muestra su forma de trabajar, debería agregar: "Chicos, no intenten hacer ésto en casa".
Al pintar el celuloide, se le están agregando capas a la emulsión, por lo que la película adquiere mayor espesor. Al tener una superficie irregular -explicó y demostró- la película hasta puede tener distintos puntos de foco. Incluso se puede jugar, durante la proyección, a poner el foco en las distintas capas. La película pintada, al verse proyectada, cobra como una dimensión suplementaria en la percepción. De ahí su particular potencial plástico. Mientras explicaba todo esto, la película que estaba proyectando empezó a producir un ruido -"ese ruido es por el espesor irregular de la película pasando por la grifa del proyector"- y de pronto se armó una galleta dentro del proyector. Se trataba de un original de Caldini. Pero, en vez de ponerse nervioso, Caldini tomó un destornillador y dijo: "Esta es una buena oportunidad para que le echen una mirada al interior del proyector".
Caldini desarmó y volvió a armar el proyector, cortó y reparó la película y volvió a colocarla para proyectar, mientras los alumnos observábamos absortos. Era como ver trabajar a un artesano de otra era, con todo su arsenal de tecnología obsoleta.
Entre los materiales proyectados, vimos unas asombrosas manchas de tinta china, cuyo laborioso proceso de fabricación, pintadas fotograma a fotograma con un hisopo, yo presencié hace unos meses y llegué a registrar con la cámara. La foto de arriba no evoca ni remotamente la sugestión de lo que es, en definitiva, una animación cuadro a cuadro de fotogramas distintos, cada fotograma -de hecho- un "incidente" único... como una película que se enreda o como una cachetada. Las manchas en movimiento podrían ser accidentes geográficos o paisajes de nubes. "O humo", dijo alguien. "Parece humo porque es humo", dijo Caldini. "La tinta china se hace con humo". Y lo que estábamos viendo era humo nomás.
-Andrés Di Tella
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