Anoche, en el MALBA, sesión de magia con Claudio Caldini. Manejando cinco proyectores super-8 a la vez, Caldini hechizó a la platea con imágenes de una belleza sobrecogedora. Las fotografías que ilustran esta entrada apenas las evocan remotamente. Es que la particular belleza de estas imagenes tiene que ver con el movimiento propio del cine -verdad de perogrullo- pero también con una calidad evanescente y mutante difícil de describir. Tamil Nadu View, en estreno absoluto, ofrece una serie de impresiones registradas, hace veinte años, en el último viaje de Caldini a la India (más precisamente en la región de Tamil Nadu, justo donde vive mi familia allá). Unos pescadores en su barca, la multitud callejera típica de cualquier ciudad india, un primitivo artefacto para secar las hojas del té (creo), los hilos multicolores de una fábrica o tienda de telas, una mujer que lleva ladrillos en la cabeza, árboles de la ruta que se reflejan en la ventanilla de un auto u ómnibus en movimiento. Viaje de sensaciones. Caldini presentó cada serie en un proyector distinto, en un breve loop de apenas unos segundos. Cada loop tiene una duración un poco diferente, que dicta la acción registrada, por lo que la composición de las cinco pantallas va mudando casi imperceptiblemente. Las imágenes se van y vuelven, en una aparente repetición que no es tal, en un encuadre total que nunca es el mismo. Algo parecido sucede con la música, las cinco notas básicas de un raga, que también se repiten en cinco pistas de distinta duración, creando una suerte de cánon azaroso, que es el mismo de la imágenes. Música de fotogramas. Alguien del público, en la conversación posterior, dijo que Caldini era como un director de orquesta, manipulando los cinco proyectores, modificando el volumen de la música, ordenando ritmos, desenfocando las imágenes, cortando y pegando la cinta de super-8 en un pequeño accidente técnico. Pero Caldini rechazó la comparación: "No soy director de orquesta. Yo trabajo solo. Soy un ermitaño". En todo caso -se me ocurre- el Ermitaño... de la Cueva de Platón, proyectando sombras para que imaginemos el mundo.
-Andrés Di Tella
Las fotografías son de la función de anoche en el MALBA. En la primera, se ve a Caldini tapándose los ojos mientras recita unos versos, al comenzar la función. Las demás son de Caldini operando los proyectores mientras se ven imágenes de Tamil Nadu View, en estreno. La última foto corresponde a la versión que ofreció de su obra anterior Lux Taal. Muy diferente, por cierto, de la que vimos hace unos meses en el desaparecido Centro Cultural Montes de Oca. Los mismos accidentes técnicos que siempre acechan brindan alternativas imprevistas, haciendo de cada proyección de Caldini... un estreno. (Hacer clic en las imágenes para ampliar).
6 comentarios:
Buenisimo!!!!!!!!!!!!!!!!
Muy lindas las fotos. Me la perdí.
Fue realmente muy hermoso. Y la charla que dio hoy la tarde hablando un poco de su historia fue magnifica. Claudio realmente es DIY (do it yourself) en su esplendor.
lo felicito!
pd: ver sus películas en el malba me lleno de mucha alegria. por fin se le da el mérito que merece claudio, por que realmente el es un señor, que viene filmando a su manera desde hace mucho tiempo.
Espero algun dia una retrospectiva de caldini!
un abrazo.
Todo lo que hace Caldini emociona por su profunda honestidad y sencillez.
lindo texto Fotografías, coincido, belleza y además como dijo Claudio, un homenaje a la intuición... tapandose los ojos para poder ver en su interior, el mago artista nos guía por senderos de celuloide
Ignacio: me gusta esa caracterización: "Do It Yourself en su esplendor"...
Ya se viene la retro-Caldini!
ZZ: comparto también tu definición de la honestidad y sencillez. Bien dicho.
Girl: "tapándose los ojos para poder ver en su interior"... Yes! Caldini hace poetas de todos nosotros!
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