Me llegan noticias de la primera retrospectiva en Londres, en la Hayward Gallery, de Tracey Emin, autora de la controvertida obra autobiográfica My Bed de 1998, cuando exhibió en una galería su cama deshecha, o mejor dicho hecha un desastre, como si no se levantara hace días, las sábanas arrugadas cubiertas de sus cosas, desde un peluche hasta una bombacha manchada con fluidos corporales... Emin ganó el Turner Prize de 1999 y desató un escándalo: "¡Esto no es arte!" gritaron los ingleses. Y, de alguna manera, tenían razón. Ya existía una cama famosa en la historia no tan reciente del arte contemporáneo. Robert Rauschenberg colgó su propia cama de la pared de un museo... en 1955. La diferencia está ahí, justamente. Rauschenberg colgó la cama de la pared. Era su cama pero transformada en arte. De hecho, sólo tenía manchas... de pintura, casi como cualquier otro collage/mixed media del mismo artista (ver ilustración más abajo). Tracey Emin, en cambio, no transformó nada: simplemente colocó su cama en una galería. "Esto no es arte", parecía estar diciendo la artista. "Es mi cama". Es decir, un pedazo de su vida. Yo la vi en la Tate de Londres creo que en el año 2000 y puedo decir que, de algún modo, ejerció su "influencia" (Charly García dixit) sobre mi proyecto autobiográfico entonces en curso: La televisión y yo (1997-2003) y Fotografías (2003-2007). Son artistas cuya obra habilita a los demás. Nada más que por eso, por agradecimiento, me encantaría estar en Londres en este momento para recorrer la Hayward Gallery, a la vera del Támesis.
-Andrés Di Tella
Tracey Emin, My Bed (1988).
Robert Rauschenberg, Bed (1955).
5 comentarios:
oh me encantó eso de que la cama "es un pedazo de la vida" de la artista, y la idea de que la obra de algunos "abre", habilita un camino a los demás..
saludos!
Hoy vemos la obra de Rauschenberg como histórica. Nada impide que un artista hoy vuelva a exponer su cama como arte (o no arte, como decís, Andrés) pero esperaríamos de esa obra que supere a la de Rauschenberg. Y la diferencia que advierto está en la forma de exponerla. RR la 'colgó' como un cuadro, como arte. TE la lleva a la galería sin operación artística alguna, tal su statement. Si alguien hiciera hoy la de RR la viviríamos como un anacronismo, tal vez ni siquiera nos conmueva. Pero la cama 'pedazo de vida' nos deja pensando... Me gustó que postearas esto, Andrés.
Cece: no son siempre los "Grandes" los que abren y habilitan, muchas veces son los más modestos, los que nos dicen "tú, hipócrita lector, mi semejante, mi hermano"...
María Rosa: en realidad, yo no estoy diciendo que la cama de Tracey Emin no es arte. Interpreto que la fuerza de su arte radica precisamente en esa especie de statement que imagino: "esto no es arte, es mi vida".
Pero eso lo digo yo. Es probable que si Tracey Emin leyera esto, diría "No, idiot, this is not my life! This is art!"
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