-Beatriz Sarlo
"A David le hubiera gustado mucho esta reunión con tantos amigos, este homenaje... claro, con otro homenajeado".
-Ricardo Piglia
"Hace unos días, David quiso volver a ver la laguna de Monte, donde se crió. Pedí un remís y fuimos. Por la ruta, en el campo, ya no había tantos girasoles como él recordaba. Por razones que todos conocemos, últimamente se prefieren otros cultivos. De pronto, vio un campo de girasoles y sacó medio cuerpo por la ventanilla, ante el asombro del remisero. Con el viento en la cara, empezó a gritar: ¡Van Gogh! ¡Van Gogh! ¡Van Gogh!
-María Gabriela Mizraje
En una vitrina se exhibieron los papeles de su mítico proyecto inconcluso sobre Lucio V. Mansilla, archivados en la Biblioteca Nacional.
Igual, la frase de la noche la soltó Soledad Silveyra (falta foto). Después de leer unas páginas de la obra de teatro inédita que Viñas escribió para ella cuando fueron pareja en los años 80, Solita largó: "Y a las alumnas de David, aqui presentes muchas de ellas, les debo el haber aprendido otra forma, distinta, de amar". Y sonrió. Todos nos quedamos pensando si habíamos entendido bien.
Fotografías tomadas el sábado por la tarde, en el homenaje a David Viñas, en la Biblioteca Nacional.
fotografías: Andrés Di Tella
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