The Parade's Gone By
Querido Andrés:
Me encantaron tus Diarios de Cali. Y me conmovió mucho la carta de la chica que publicaste. Gestos así son los que uno más aprecia cuando uno hace cosas. El público quedó encantado con los invitados y sus filmes.
Yo ya en mi "casa-museo" de Bogotá recuperándome de tanta intensidad, aunque atendiendo algunas cosas pendientes del Festival.
Hace dos días encontré un ladrón en mi casa. Yo estaba en el segundo piso y timbraron. La empleada bajó a abrir y dejó la puerta abierta. En vista de que no subía la empleada, bajé y encontré un hombre un poco viejo merodeando dentro de mi casa buscando qué robar. Le pregunté que él que hacía en mi casa y me dijo que buscaba a un tal Dr. González, odontólogo, y me mostró su boca y sólo tenía un par de dientes. Yo no lo creí y le dije que era un ladrón. Y él me respondió que él era un viejo. Y yo le dije: "Sí, un viejo, pero un viejo ladrón". Entonces saqué valor de no sé dónde, lo agarré del cuello y lo bajé por las escaleras hasta encontrarme a la empleada que la tenía otro ladrón viejo entretenida llenando formularios falsos de una suscripción que supuestamente se me había vencido. Sin soltar del cuello al ladrón viejo #1 le dije al otro: "Usted es el cómplice, no?" Dicho ésto se escabulló como si no conociera al otro. Saqué al viejo a la calle y le dije a la empleada que buscara un policía. Llegó con un teniente con tres policías. Le requisaron los bolsillos y no le encontraron nada, entonces yo llamé aparte al teniente y le dije que lo soltara, que era un viejo, quizá pensando en ese documental mexicano "Los ladrones viejos" (¿lo viste?) que justamente acaba de exhibir en el Festival. End of story.
Never a dull moment in Colombia...
Un fuerte abrazo,
Luis
Luis Ospina
Director Artístico
Festival Internacional de Cine de Cali
www.festivaldecinecali.gov.co
PD Como siga la "inseguridad democrática" de Uribe tendré que recurrir a los buenos oficios de Jackie Chancho para enfrentarme a los ladrones más jóvenes:
'Jackie Chancho', el karateca de la Jiménez que
Me encantaron tus Diarios de Cali. Y me conmovió mucho la carta de la chica que publicaste. Gestos así son los que uno más aprecia cuando uno hace cosas. El público quedó encantado con los invitados y sus filmes.
Yo ya en mi "casa-museo" de Bogotá recuperándome de tanta intensidad, aunque atendiendo algunas cosas pendientes del Festival.
Hace dos días encontré un ladrón en mi casa. Yo estaba en el segundo piso y timbraron. La empleada bajó a abrir y dejó la puerta abierta. En vista de que no subía la empleada, bajé y encontré un hombre un poco viejo merodeando dentro de mi casa buscando qué robar. Le pregunté que él que hacía en mi casa y me dijo que buscaba a un tal Dr. González, odontólogo, y me mostró su boca y sólo tenía un par de dientes. Yo no lo creí y le dije que era un ladrón. Y él me respondió que él era un viejo. Y yo le dije: "Sí, un viejo, pero un viejo ladrón". Entonces saqué valor de no sé dónde, lo agarré del cuello y lo bajé por las escaleras hasta encontrarme a la empleada que la tenía otro ladrón viejo entretenida llenando formularios falsos de una suscripción que supuestamente se me había vencido. Sin soltar del cuello al ladrón viejo #1 le dije al otro: "Usted es el cómplice, no?" Dicho ésto se escabulló como si no conociera al otro. Saqué al viejo a la calle y le dije a la empleada que buscara un policía. Llegó con un teniente con tres policías. Le requisaron los bolsillos y no le encontraron nada, entonces yo llamé aparte al teniente y le dije que lo soltara, que era un viejo, quizá pensando en ese documental mexicano "Los ladrones viejos" (¿lo viste?) que justamente acaba de exhibir en el Festival. End of story.
Never a dull moment in Colombia...
Un fuerte abrazo,
Luis
Luis Ospina
Director Artístico
Festival Internacional de Cine de Cali
www.festivaldecinecali.gov.co
PD Como siga la "inseguridad democrática" de Uribe tendré que recurrir a los buenos oficios de Jackie Chancho para enfrentarme a los ladrones más jóvenes:
'Jackie Chancho', el karateca de la Jiménez que
quiere enseñarle a los bogotanos a defenderse
El reto del peruano Jaime Núñez es que los capitalinos se enfrenten sin miedo a los ladrones.
Acaban de sacar a un flaco al centro del corrillo. Le ordenaron quitarse la camisa, abrirse de piernas y apoyar las manos en el piso. Detrás de él está su 'verdugo': Jaime Núñez, un karateca peruano que lleva 20 días recorriendo plazas, parques y calles del centro de la ciudad para presentar un espectáculo callejero de artes marciales cargado de patadas voladoras, llaves, puñetazos y ejercicios de flexibilidad.
El miércoles pasado, a las 11 de la mañana, EL TIEMPO fue testigo de una presentación en la avenida Jiménez entre calles 9a. y 10a. Este es uno de sus puntos favoritos para trabajar. Es tan popular en la zona, que los vendedores ambulantes y los vigilantes lo apodaron 'Jackie Chancho', por su parecido físico con el popular actor de películas de artes marciales Jackie Chan, "pero en la versión gorda, porque este amigo está pasado de kilos", agrega un vendedor de La Pajarera de la calle 13.
Un vendedor ambulante calienta a la gente antes de que el peruano entre en acción. El improvisado presentador toma en sus manos unos chacos. Los bate como loco. "Público, en pocos minutos vendrá el maestro que les enseñara a defenderse del hampa", promociona el ambulante, mientras algunos curiosos empiezan a hacer un círculo humano. 'Jackie Chancho' se despide de su chaqueta negra de harlista gringo y queda en una camiseta esqueleto que deja ver más de cerca sus 87 kilos y su 1,60 metros de altura. (...)
Además de enseñar artes marciales, Jaime Núñez le da consejos a su público para que mejoren su vida sexual. Reparte unas pastillas hechas a base de uña de gato y que, según él, combaten la eyaculación precoz. "Señor, no te vayas a tomas dos pepas, se te pueden romper los pantalones", le advierte Núñez a un adulto mayor interesado en el producto. Alrededor, todos se ríen y aunque muchos afirman no tener problemas sexuales, no son pocos los que lo buscan, cuando no hay mucha gente alrededor, para comprarle sus pastas dizque mágicas.
El reto del peruano Jaime Núñez es que los capitalinos se enfrenten sin miedo a los ladrones.
Acaban de sacar a un flaco al centro del corrillo. Le ordenaron quitarse la camisa, abrirse de piernas y apoyar las manos en el piso. Detrás de él está su 'verdugo': Jaime Núñez, un karateca peruano que lleva 20 días recorriendo plazas, parques y calles del centro de la ciudad para presentar un espectáculo callejero de artes marciales cargado de patadas voladoras, llaves, puñetazos y ejercicios de flexibilidad.
El miércoles pasado, a las 11 de la mañana, EL TIEMPO fue testigo de una presentación en la avenida Jiménez entre calles 9a. y 10a. Este es uno de sus puntos favoritos para trabajar. Es tan popular en la zona, que los vendedores ambulantes y los vigilantes lo apodaron 'Jackie Chancho', por su parecido físico con el popular actor de películas de artes marciales Jackie Chan, "pero en la versión gorda, porque este amigo está pasado de kilos", agrega un vendedor de La Pajarera de la calle 13.
Un vendedor ambulante calienta a la gente antes de que el peruano entre en acción. El improvisado presentador toma en sus manos unos chacos. Los bate como loco. "Público, en pocos minutos vendrá el maestro que les enseñara a defenderse del hampa", promociona el ambulante, mientras algunos curiosos empiezan a hacer un círculo humano. 'Jackie Chancho' se despide de su chaqueta negra de harlista gringo y queda en una camiseta esqueleto que deja ver más de cerca sus 87 kilos y su 1,60 metros de altura. (...)
Además de enseñar artes marciales, Jaime Núñez le da consejos a su público para que mejoren su vida sexual. Reparte unas pastillas hechas a base de uña de gato y que, según él, combaten la eyaculación precoz. "Señor, no te vayas a tomas dos pepas, se te pueden romper los pantalones", le advierte Núñez a un adulto mayor interesado en el producto. Alrededor, todos se ríen y aunque muchos afirman no tener problemas sexuales, no son pocos los que lo buscan, cuando no hay mucha gente alrededor, para comprarle sus pastas dizque mágicas.
7 comentarios:
Virginia García Del Pino dijo...
joder Luís, que fuerte lo del viejo desdentado, yo creo que realmente buscaba un odontólogo y como todos os llamáis Ospina se equivocó de casa, y tú desalmado casi le mandas a la cárcel.
Y sí Andrés los diarios de Cali son muy bonitos, gracias
¡No encendáis las cámaras!
Virginia García Del Pino dijo...
eso es para los otros, tú enciéndela siempre!
Ah, no! Doble discurso?!
En realidad -qué pereza- me venía bien eso de no encender la cámara...
Virginia García Del Pino dijo...
viva el doble discurso
total que mas da una cosa que la otra
pero sí que viene bien no encenderla
es mucho mas cómodo
Renata Cardarelli dijo...
Andrès Ud. se supera flotando in the air.... es como que le fluye .... God bless you!
Rebien,
Bueno, ese cartero está un poco demorado,
le recomendé que se fuera de pueblo en pueblo
dejando una nota en los lugares públicos, en parques, baños, en buses de transporte público, un aviso hecho a mano que dijera:
"Para los que estén queriendo
que su pasado sangre menos
que su pasado sea el parto del arte
por favor, hágan cine".
Un poco loco, eso se llama creer que no hay ficción más ficción que lo que solemos llamar realidad, "la realidad": es el escenario en donde hay que leer las clave.
Gracias por contarme lo de Luís,
a él lo veía mucho en las calles,
lo abordaba para preguntarle algo,
no sabe quien soy,
digamos que él tiene un amigo cuyo hermano es mi amigo,
cosas así, todo eso irá ampliado por carta física,
hasta pronto,
sigue esperando, las buenas esperas ver pasar el tiempo de otoño a invierno, .... así hasta la primavera,
Ana
Ana María Castro Roldán
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