Cuando los profes no están, los ratones bailan. Los ex-
alubnos del Laboratorio de cine que dictamos este año con Martín Rejtman siguen con la costumbre de juntarse todos los martes, aunque las clases oficiales hubieran terminado hace casi un mes. Siempre me costó llamarlos "alumnos", en la medida que muchos de ellos ya son cineastas, fotógrafos y artistas a título pleno, con obra considerable. Es cierto que durante los seis meses de laboratorio se pudo observar un crecimiento notable, en algunos casos asombroso, de su producción cinematográfica. Pero el talento y la capacidad estaban. Acaso se trataba simplemente de contar con el marco adecuado que los obligara a filmar todo lo que tuvieron que filmar en el laboratorio y, quizás, con la exigencia mayor que se le fue imprimiendo a la producción presentada cada martes. Yo nunca estudié cine, nunca tuve esa suerte, pero más de uno de los que sí lo hicieron me asegura que lo mejor de la escuela de cine fue hacerse de un grupo de amigos con quienes poder seguir filmando. La continuidad del Laboratorio de cine "por otros medios" -creo que lo denominan el "mini-lab"- es la prueba. Aqui, en la foto, la sesión del último martes, en la que David Maruchniak presentó sus últimas investigaciones en 3D.
-Andrés Di Tella
foto: David Maruchniak.
1 comentario:
Que sigan siendo muchos mas, porque son los que vana mejorar el cine, la publicidad, y todo el medio audiovisual! Felicitaciones para el "mini lab" y todos los alumnos consagrados!
Publicar un comentario