Me encontré en el Facebook de Alejandra Almirón con este diálogo virtual de hace tres años que había olvidado por completo.
El Haiku es una forma poética. Está formada por tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente. Es como una descripción muy breve de una imagen. Andrés Di Tella, durante la edición de "Fotografías" me dijo: "Quiero que, cada tanto, haya un Plano-Haiku". Ese "cada tanto" era un lugar en el timeline que requiriera una respiración, un espacio para poder reflexionar sobre lo que estaba sucediendo. Pero el Plano-Haiku puede también ser una ventana caprichosa que interrumpa una narración y que tenga sentido en sí misma. "Fotografías" quedó con muchos de estos planos, todos despegados de la estructura pero al mismo tiempo complementando las secuencias. Debo confesar que agregué a mi jerga este curioso concepto de plano e intenté jugar con esto en varias películas. Pero no es sencillo pues estas imágenes no siempre funcionan orgánicamente o no gravitan y se convierten en inserts vanos. Muchos guionistas dicen que nunca hay que escribir una escena donde no pase nada con la excusa de una transición. Todo lo que se cuente tiene que servir para agregar tensión. Los Haikus de Andrés Di Tella, suponen agregar información sutil, sin que se note la racionalidad de la edición. Porque no hay nada más aburrido que ver algo con costuras muy visibles. Aburrido para ver y también para hacer.
ANDRES DI TELLA:
El peligro que siempre acechó al documental es que las imágenes sean completamente dominadas y dirigidas por el texto, que las imágenes sólo sean una especie de ilustración. La mayoría de los que hacemos documentales "cinematográficos" somos conscientes de este peligro y tratamos de que las imágenes tengan vida propia. Una expresión más sutil del mismo problema está en lo que estás diciendo, Alejandra. Es decir, que todo quede sometido ya no al texto sino al "sentido". Por eso, la necesidad que yo a veces siento de incluir en el medio del relato imágenes y/o situaciones que no tengan un sentido evidente, o en todo caso que hagan que el espectador se pregunte por el sentido, o, como vos decís, que reflexione sobre lo que caba de ver. Los famosos "agujeros negros", es decir, los bloquecitos de dos o tres segundos entre planos que a mí me gusta poner y que a vos tanto te preocupan, tienen que ver con algo parecido. Pero hay un riesgo, sería ingenuo no reconocerlo. Soy conciente de que algunos espectadores se van a perder por esos agujeros negros, lo mismo que por la ausencia de una linearidad evidente, o por la irrupción de un plano "haiku" cuya lógica sea difícil de deducir instantaneamente. El riesgo está en que en el relato cinematográfico --a diferencia del literario, por ejemplo -- se juega todo siempre en el momento. No hay tiempo para el equivalente de levantar la vista del libro. Pero si el plano haiku tiene suficiente vida o interés en sí mismo, o en su defecto, si queda una reverberancia suficiente de la secuencia anterior, ahí se puede llegar a producir algo interesante y hacer que el espectador entre en el mundo que le estamos proponiendo y sienta que el relato lo involucra de otra manera, más potente que la del simple ritmo narrativo sin pausa. No sé, para mí se trata de una alquimia difícil pero que vale la pena probar...
EMILIANO LOPEZ:
Es curioso, hubiera jurado que ese recurso había sido usado por Alejandra años antes, en "Los Rubios" (A. Carri, 2003), recuerdo que me llamaron la atención varios inserts "up tempo" en esa peli... y de hecho, cuando vi "Fotografías" pensé que Ale estaba refinando esa forma de vincular escenas, incorporando esos blackouts... sorpresa para mí de que el autor intelectual de dicho instrumento haya sido el director; evidentemente la sintonía de trabajo entre ambos es óptima. Para celebrar.
ALEJANDRA ALMIRON:
Creo recordar que en "Los Rubios", todos los delirios eran funcionales a la estructura: la idea no era salirse el timeline sino seguir adelante en ese tren japonés. En "Fotografías", estos momentos Haikus tienen lógica autónoma y un pequeño input al resto. Pero imagino que cada espectador percibe los planos con su código personal. Capaz que cuando pasa el tiempo, lo que miramos es muy diferente a lo que sucedió en la edición. Imagino que los motores calientes del montaje diario no nos dejan ver con tanto detalle. Pero está bueno ver un trabajo del pasado como si no fuéramos parte de su construcción, no?
ANDRES DI TELLA:
Lopezman: Lo genial de Miss Tijeras Locas es que HACE PROPIA toda idea que circula por su sala de montaje y que el organismo de la película que está editando no rechaza (como se dice de un organismo que rechaza un órgano injetado). Entonces ya no importa de dónde vino.
"Pero está bueno ver un trabajo del pasado como si no fuéramos parte de su construcción, no?"
Con "Fotografías" todavía me cuesta, al menos a mí. De hecho, me tienta volver a la mesa de operaciones y darle... ¡un añito más!
ALEJANDRA ALMIRON:
Guauu, qué podría pasar si "Fotografías" es retocada durante un año? Ningún producer va a querer esto, sin embargo. No nos vamos a enterar qué peli saldría.
publicado originalmente por Alejandra Almirón en equipo verde el 25 de junio de 2008.
imagen: Fotografías de Andrés Di Tella
3 comentarios:
creo que ya no soy "tijeras locas", cambié !
ah sí? Y ahora cómo te llamás?
♪♫ ahora me llaman Margot ♫♪♪
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