jueves, 2 de junio de 2011

Retrospectiva de Andrés Di Tella


Cines del Sur. Granada. Del 4 al 10 de junio 2011.
Retrospectiva de Andrés Di Tella

Desde que irrumpiera en el casi siempre apasionante mundo del documental argentino con un film que, como Montoneros, una historia (1995), abordaba frontalmente el universo de la violencia que vivió la sociedad argentina entre los años sesenta y los primeros años ochenta, Andrés Di Tella ha venido tejiendo de manera ejemplar un intenso tapiz en el que lo personal (la memoria familiar, el peso de la paternidad, representada por dos padres que son –y han sido– notorios intelectuales, su carácter mestizo de blanco e indio) se entrecruza con lo colectivo, pero con la mirada siempre enfocada hacia unos márgenes poblados de individualidades a menudo incómodas para la historiografía, la tradición literaria o incluso el funcionamiento de lo social.

Así, en poco más de veinte años de una intensa carrera que comenzó en el cortometraje documental –pero que ha incluido también las performances artísticas, la docencia y hasta la reflexión teórica–, Di Tella ha terminado erigiéndose como una de las voces más interesantes del cine de no ficción, no ya en su país natal, sino incluso en el cambiante mundo del documental contemporáneo. Su mirada se ha detenido sobre escritores situados en posiciones incómodas respecto a la tradición constituida (Macedonio Fernández, Ricardo Güiraldes), sobre industriales que alguna vez soñaron con impulsar una Argentina dinámica y autosuficiente en lo que a su parque industrial se refiere (Jaime Yankelevich, su propio abuelo –el ingeniero Torcuato Di Tella padre– en Fotografías), sobre su madre, Kamala Apparao, una psicóloga de origen hindú formada en la universidad anglosajona y una de las dinamizadoras, en el Londres de los años sesenta y setenta, de la antipsiquiatría (también en Fotografías); sobre un cineasta tan inclasificable (e incómodo) como Claudio Caldini, el más reputado pero también desconocido underground del cine argentino de los setenta (en Hachazos, el film en el que actualmente trabaja, que justamente por su carácter de inconcluso work in progress no podremos ver en Granada).

Pero también sobre los rastros, tan tenues, dejados por los argentinos autóctonos, los indios exterminados por el ejército argentino en el siglo XIX (en El país del diablo); sobre la censura y la represión padecidas por la sociedad argentina entre los setenta y los ochenta (en Prohibido), sobre la manipulación de materiales televisivos que desvela una manipulación informativa mucho más peligrosa (como en el apasionante cortometraje Reconstruyen crimen de la modelo, uno de sus primeros trabajos). Así, el Festival de Granada Cines del Sur –para el cual las distinciones entre documental y ficción son meras categorías comerciales– propone a sus espectadores recorrer, de la mano de un notable documentalista, esos desconocidos resquicios en lo que lo privado ilumina ejemplarmente algunos de los aspectos menos conocidos de eso que damos en llamar el funcionamiento de una sociedad.

www.cinesdelsur.com/


5 comentarios:

Tommy Barban dijo...

Recordalo: tinto de verano y tapas en la barra del restaurant Cunini cualquier mediodía, y si te llevan a la Alhambra, que sea de noche.

JL Cancio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
JL Cancio dijo...

Felicitaciones Andrés. Que mi mano y el reloj viajen por el mundo, es todo un honor.
Abrazo!

Martha dijo...

Hago una pregunta . Vi dos veces EL PAIS DEL DIABLO, en el Bafici y en el cine de Cuervo.¿ Se puede conseguir en algún lado, está a la venta? Gracias.
Martha

Beatriz Urraca dijo...

Felicitaciones, Andrés. Estuve en Cines del Sur el año pasado, es un festival chiquito pero de muy alta calidad. Algo muy entrañable es que el shopping donde hacen el festival está al lado de la Huerta de San Vicente, donde queda la casa de Federico García Lorca. Si vas, no te la pierdas!